El próximo 28 de mayo los ciudadanos de Cantabria están llamados a las urnas para discernir el nuevo Gobierno que regirá los designio de la comunidad norteña. Serán los primeros comicios regionales tras el comienzo de la pandemia de Covid-19, la cual dejó su primera víctima cántabra el 17 de marzo de 2020. Una alerta sanitaria global que, como no podía ser de otra manera, ha marcado la legislatura en la Consejería de Sanidad de Cantabria. Un departamento que ha vivido además un cambio de titular a lo largo de estos cuatro años y cuya gestión sanitaria pasó hace un año de manos deMiguel Rodríguez al actual consejero de Sanidad, Raúl Pesquera.
En la toma de posesión de Miguel Rodríguez a finales de junio de 2019, el reto del nuevo consejero de Sanidad pasaba por calmar el descontento de los sindicatos médicos y cumplir el acuerdo firmado por su antecesora María Luisa Real con UGT y CCOO, que sirvió para paralizar la huelga que amenazaba con movilizar a los 9.000 trabajadores del Servicio Cántabro de Salud (SCS). Los sanitarios, ya por entonces, venían reclamando mejoras laborales y solucionar la falta de profesionales en la región. Unas reivindicaciones que quedaron aparcadas meses después con la llegada de la Covid-19, el cual tuvo que enfrentar su sucesor en el cargo, Raúl Pesquera.
GESTIÓN DE LA PANDEMIA Y DIMISIÓN
La crisis sanitaria marcó irremediablemente la actualidad de Cantabria durante el 2020 y tiempo después todavía permanece latente en las secuelas producidas en el SCS. Miguel Rodríguez afrontó la pandemia de Covid-19, como en tantas otras CC.AA., bajo el amparo del estado de alarma nacional en un principio y con los medios a su disposición posteriormente para sobrellevar esta inesperada circunstancia pandémica. El hecho de tratarse de una de las regiones menos pobladas de España (585.222 habitantes) y con escasos núcleos de gran población -a excepción de Santander- corrió a favor de tratar de aplacar los contagios masivos, que finalmente fueron inevitables.
Esta alerta sanitaria inesperada sirvió a Cantabria para impulsar el desarrollo de sus medios telemáticos y profundizar en las nuevas tecnologías para mejorar las comunicaciones con el usuario
De este modo, las medidas adoptadas de confinamiento, toques de queda y cierre de establecimiento no pudieron evitar que los infectados cántabros confirmados hasta la fecha ronden los 163.000, con una cifra de fallecidos que la pandemia dejó a su paso en el territorio de 989 ciudadanos. Sin embargo, esta alerta sanitaria inesperada sirvió a Cantabria para impulsar el desarrollo de sus medios telemáticos y profundizar en las nuevas tecnologías para mejorar las comunicaciones con el usuario. Herramientas muy útiles para la posterior vacunación masiva que polarizó el año 2021.
La vacunación, encabezada por la Consejería de Miguel Rodríguez, se desarrolló de manera escalonada y en relación a la vulnerabilidad de los ciudadanos. Una inmunización que finalmente ha alcanzado a la práctica totalidad de la población y que ha continuado desarrollándose con las sucesivas campañas de refuerzo. De esta manera, la gestión sanitaria de Rodríguez quedará marcada por la crisis sanitaria provocada por la pandemia de la Covid-19 y los esfuerzos por minimizar sus daños en la región. Tras ello, en marzo de 2022, el consejero decidió cesar de su cargo por motivos "personales" y "políticos", así como por "discrepancias" con el Gobierno por el abordaje de la financiación sanitaria de Cantabria.
PESQUERA TOMA EL MANDO
Tras el citado cese, Raúl Pesquera Cabezas, que hasta el momento ocupaba la Gerencia de la Fundación Marqués de Valdecilla, se convirtió hace un año en el nuevo consejero de Sanidad de Cantabria. Una vez dejados atrás los peores estragos de la Covid-19, el nuevo responsable sanitario se enfrentaba a la deficiente situación que la misma había dejado en la Atención Primaria cántabra y en las reclamaciones de los profesionales que volvían a alzar la voz.De esta manera, durante su gestión la difícil situación de la Atención Primaria ha sido el eje fundamental de su trabajo.
En los último días Raúl Pesquera ha tenido que afrontar un nuevo foco de protesta en relación al paro de los médicos de los hospitales cántabros en sus actividades voluntarias de tarde
No en vano, en noviembre de 2022, tras una huelga de diez días en AP, convocada por elSindicato Médico de Cantabria (SMC), para exigir la mejora de la seguridad frente a las agresiones en los facultativos, la estabilización de plazas o el límite de las agendas en 35 pacientes, entre otras medidas, la Consejería de Pesquera decidió cesar a Teresa Ugarte y nombrar a Iñaki Lapuente como nuevo gerente de Atención Primaria. De esta manera, sólo cinco días después el consejero de Sanidad pudo cerrar un consenso en la Mesa Sectorial para poner fin a la huelga indefinida de médicos. En concreto, se alcanzó un acuerdo de Atención Primaria para los facultativos con SMC, CCOO, CSIF y ATI; así como otro de mejora de las condiciones de trabajo del personal de instituciones sanitarias suscrito por SATSE, CCOO, ATI y CSIF.
Unas medidas acordadas, en la línea del Plan de Refuerzo de la Atención Primaria impulsado por Pesquera y que han venido siendo analizadas en la Mesa de Seguimiento por todas las partes para asegurar su oportuna aplicación. Hasta la fecha, esto ha permitido apaciguar la situación de descontento de los profesionales del Servicio Cántabro de Salud a sólo unos meses de las próximas elecciones autonómicas. Sin embargo, en los último días Raúl Pesquera ha tenido que afrontar un nuevo foco de protesta en relación al paro de los médicos de los hospitales cántabros en sus actividades voluntarias de tarde. Una circunstancia que la Consejería de Sanidad espera poder resolver con su reciente oferta de mejoras retributivas para estos servicios destinados a reducir las listas de espera.