La Unidad de Epilepsia del Complejo Hospitalario Universitario de Canarias (HUC), adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, atendió a 62 pacientes durante el año 2021. Se trata de una unidad de carácter multidisciplinar, formada por neurólogos, neurocirujanos, neurofisiólogos y enfermeras, que cuenta con la consulta monográfica.
La epilepsia es una enfermedad crónica con consecuencias neurobiológicas, cognitivas, psicológicas y sociales, que implica un seguimiento, generalmente a largo plazo, por parte del neurólogo. De esta manera, se pretende conseguir un mejor control de las crisis epilépticas y de la situación general del paciente, con el mejor tratamiento antiepiléptico posible.
La unidad de monitorización video-eeg consta de una habitación adaptada con la presencia de un equipo de electroencefalografía de 128 canales, con registro continuo de video
La unidad de monitorización video-eeg consta de una habitación adaptada con la presencia de un equipo de electroencefalografía de 128 canales, con registro continuo de video, que permite el registro de la clínica del paciente y la actividad electroencefalográfica, durante un período de tiempo variable según la indicación empleada.
Este equipo permite monitorizar a dos pacientes de forma simultánea de manera continua, de lunes a domingo. La monitorización registra las crisis de la persona ingresada y favorece un mejor diagnóstico de los episodios que presenta el paciente, así como si se trata de crisis epilépticas, hasta un 20-30% de los pacientes que son referidos a un centro especializado por epilepsia refractaria no tienen epilepsia, y el tipo que padece.
En determinados pacientes puede resultar complicado evaluar la frecuencia de las crisis a través de la entrevista clínica, mientras que el registro y la cuantificación de las mismas permite valorar la situación real
Es de gran ayuda en pacientes en los que no se puede diagnosticar el tipo de crisis y de epilepsia de forma acertada, fundamentalmente cuando la respuesta al tratamiento no sea adecuada, así como permite valorar los factores desencadenantes de las crisis en un determinado paciente, tales como fotoestimulación, privación de sueño y estímulos específicos en epilepsias reflejas.
En determinados pacientes puede resultar complicado evaluar la frecuencia de las crisis a través de la entrevista clínica, mientras que el registro y la cuantificación de las mismas permite valorar la situación real, como en pacientes con crisis de ausencia, pacientes con epilepsia y discapacidad intelectual grave o los que viven solos, entre otros.