Trabajar en Atención Primaria sin el MIR, ¿frecuente en Canarias?: “Como residente ganaría la mitad”

Trabajar sin el MIR en un centro de Atención Primaria es lo que hace Lucía en Lanzarote, una práctica que, según ella misma señala, es común en su entorno. Desde CESM Canarias aclaran cuál es el problema.

El Servicio Canario de la Salud contrata muchos médicos sin el MIR (FOTO: Gobierno de Canarias)
El Servicio Canario de la Salud contrata muchos médicos sin el MIR (FOTO: Gobierno de Canarias)
Manuel Gamarra
30 enero 2025 | 19:30 h

Lucía se ha presentado este año al MIR. Sin embargo, al contrario de lo que supuestamente debería ser la norma, ella ya trabajaba como pediatra en un centro de Atención Primaria de Lanzarote. Lo hace desde hace seis meses, cuando, después de terminar la carrera de Medicina, decidió no seguir el camino habitual de presentarse a los pocos meses al examen para obtener la especialidad, un paso obligatorio por ley desde el año 1995 para poder ejercer en la sanidad pública española. Su caso no es tan aislado, especialmente en zonas de difícil cobertura como las islas canarias no capitalinas.

Tanto que, según indicaba Lucía en un reciente post que publicó en su cuenta de Instagram, el 95% de la plantilla de médicos de Atención Primaria de Lanzarote está en su misma situación, trabajando sin especialidad médica. “Un amigo enfermero me contó que los centros de salud de aquí estaban desesperados por contratar gente, aunque no tuviesen el MIR. Me colegié como médica, me saqué un seguro de responsabilidad civil y eché el currículum un jueves a las dos de la tarde. Pues el viernes por la mañana ya me estaban llamando para empezar a trabajar el lunes como médico de familia o pediatra”, recuerda ahora la joven a ConSalud.es.

Y le compensa: si finalmente coge plaza MIR de su misma especialidad para ser residente durante los próximos cuatro años, va a ganar la mitad de dinero de lo que cobra ahora, “e incluso con peores condiciones”: “Ahora mismo no estoy haciendo guardias, así que realmente aumentaría mi carga de trabajo muchísimo, y por menos dinero. “Aún así, yo creo que la formación como especialista es algo que hay que hacer, pero es que está todo muy mal gestionado. Residentes canarios me han dicho que aquí se cobran 1.800 euros tirando por lo alto, y ahora, con todo el auge del turismo, los pisos no bajan de mil euros”, lamenta la joven.

Levy Cabrera, secretario general del Sindicato Médico de Canarias (CESM), lo tiene claro: la suya es la comunidad autónoma “y el sitio del mundo” donde peor se gestionan las ofertas de empleo en sanidad. En todo lo que llevamos de siglo, denuncia, solo ha habido una oferta de empleo pública, cuando la ley marca que estas deben ser cada dos años. Esta es, para él, una de las principales razones que han llevado a Canarias a tener tantos médicos trabajando sin especialidad. “Sí que es verdad que obtener el título de especialista te permite presentarte a ofertas de empleo públicas para estabilizarte, pero es que aquí no las hay”, asegura.

"La gente no es tonta, y piensa: ‘Si yo ya cobro 3.000 euros como adjunto, ¿para qué me voy a meter a hacer el MIR ahora?’”

De esta manera, señala Cabrera, los médicos que quieren dejar de ser interinos y tener contratos estables se marchan, después de obtener la especialidad, a otras comunidades autónomas que sí que ofrecen la posibilidad de acceder a una carrera profesional larga, como Madrid o Andalucía. Los que no, se quedan en Canarias sin tener el MIR: “El médico general empieza a trabajar, está un tiempo y ve que no se mueve nada. La gente no es tonta, y piensa: ‘Si yo ya cobro 3.000 euros como adjunto, ¿para qué me voy a meter a hacer el MIR ahora?’”. “A mí me han dicho que la gente viene aquí, está unos meses trabajando y le dan la interinidad. No es una plaza fija para toda la vida, porque no se han sacado la oposición, pero sí que ya saben cuál es su horario, su cupo de pacientes…”, añade Lucía.

Y es que en Canarias, al contrario de lo que ocurre en otras comunidades de España donde también se da a veces este tipo prácticas, trabajar como adjunto sin tener el MIR no siempre es sinónimo de estabilidad y malas condiciones. En 2022, recuerda el representante sindical, cambió la forma de contratación en el Sistema Nacional de Salud “para obligar a que haya oferta pública de empleo al menos cada dos años”, y los interinos son desplazados cuando alguien consigue una plaza fija. Pero es que en Canarias, insiste Cabrera, no hay ofertas de empleo público para sanitarios desde el 2007, y hay médicos que llevan veinte años trabajando como interinos en zonas de difícil cobertura. “Empezaron con 35, y ahora tienen 55. ¿Les vas a obligar ahora a hacer el MIR? Es un poco estúpido”, apunta el facultativo.

Y no solo en las islas no capitalinas: en Tenerife, informa Cabrera, el 30% de las plantillas de Atención Primaria ya están cubiertas por médicos generales que no son especialistas, la mayoría de ellas extranjeros que no consiguen convalidar su especialidad en España. No en vano, como ya abordamos en su momento en este periódico, Canarias es la comunidad autónoma que más ha aumentado su número de colegiados médicos en los últimos años. “Es muy curioso, ya te encuentras hasta con médicos extranjeros que tienen más de cincuenta años y que llevan veinte trabajando en Canarias sin especialidad que se traen a trabajar a sus hijos de 25 o 30, que acaban de terminar la carrera de medicina”, añade Lucía.

PLAZAS MIR INSUFICIENTES

Una de las soluciones para fomentar que los médicos que trabajan en Atención Primaria sean especialistas, aunque luego no puedan acceder a una plaza fija y muchos sigan emigrando a otras comunidades autónomas, sería aumentar las plazas MIR de las especialidades de medicina familiar y comunitaria. Pero para ello, claro está, hacen falta tutores… y para ser tutores, según dictamina la ley, hay que ser especialista. Es la pescadilla que se muerde la cola.

"El MIR es una prueba muy poco objetiva a la hora de valorar los conocimientos de un médico"

“La producción de especialistas de familia en Canarias no ha aumentado en proporción a lo que exige la demanda. De hecho, no ha aumentado casi nada: hemos pasado de 84 plazas el siglo pasado a 90 ahora, algo miserable, a pesar del requisito que se puso para todos los médicos de España de tener la especialidad a partir de 1995. En Canarias es todo muy deficitario”, denuncia Levy Cabrera sobre unas plazas MIR que Lucía no tiene claro si va a coger en las islas o en alguna otra comunidad, como el País Vasco, donde estudió la carrera.

Por no tener claro, ni quiera sabe a ciencia cierta si va a seguir en Atención Primaria, donde lleva media año trabajando. “Hay mucha burocracia, y yo hay días que se me hanacumulado los pacientes y he acabado saliendo a las nueve de la noche, cuando debería haber salido a las ocho. Eso es duro, porque además sientes que no estás atendiendo bien a la población”, comenta la joven médica canaria. “Yo nunca he sido una persona de encerrarme a estudiar, y por eso busqué otras alternativas al MIR, una prueba que además me parece que es muy poco objetiva a la hora de valorar los conocimientos de un médico. También quería ahorrar, porque el sueldo de residente es bajo. Al final me apunté a una academia y me presenté al examen por ver si sonaba la flauta, pero la verdad es que me salió muy bien”, sentencia.

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