El Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín, centro adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, ha celebrado el I Taller de Formación en Enfermedad Renal Diabética en Canarias, organizado por el servicio de Nefrología del centro hospitalario y celebrado en el Auditorio Dr. Alfonso Medina.
Los encargados de participar en la mesa inaugural han sido los profesionales Josefa Alfonso Déniz, directora médica del Hospital Dr. Negrín, Ana Bella Álvarez Medina, directora médica de Atención Primaria del Servicio Canario de Salud (SCS), José Carlos Rodríguez Pérez, jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Dr. Negrín y Roberto Gallego Samper, presidente de la Sociedad Canaria de Nefrología.
Este taller ha estado coordinado por la doctora Elena Oliva Dámaso y ha estado dirigido a médicos internistas, de atención primaria, nefrólogos, cardiólogos y endocrinos. Todos ellos involucrados en el tratamiento de la diabetes. El encuentro ha contado también con la presencia de médicos de otros centros hospitalarios regionales y nacionales, así como de atención primaria.
La enfermedad renal diabética se posiciona como la primera causa para iniciar un tratamiento sustitutivo renal (diálisis y trasplante) en Canarias. El descubrimiento de nuevos fármacos para el tratamiento de este tipo de diabetes ha reportado beneficios en lo que a la protección renal se refiere, así como en la reducción de eventos cardiovasculares e insuficiencia cardiaca en estos pacientes.
Un dato a destacar es el hecho de que Canarias cuenta con la prevalencia más elevada de esta patología de toda Europa. Alrededor del 11% de los canarios padece diabetes. Cada años se registran en torno a 8.500 casos nuevos, especialmente de diabetes tipo 2. De estos, entre el 20-45% puede llegar a desarrollar ERC avanzada con la consecuente necesidad de tratamiento sustitutivo renal.
En el taller se han establecido además una serie de políticas sanitarias con el objetivo de reducir los casos. Entre estas encontramos medidas como evitar la obesidad y el sedentarismo, potenciar el ejercicio físico y una atención integral y preventiva o terapéutica de los factores de riesgo cardiovascular.