El pasado domingo el volcán Cumbre Vieja de la isla de la Palma entraba en erupción después de más de cincuenta años. Avisados los servicios de emergencia se pudo evacuar la zona rápidamente sin que de momento se haya producido ninguna pérdida personal. Sin embargo, actualmente la preocupación se encuentra en el fenómeno conocido como 'laze', producido cuando la lava llega al mar.
Los científicos pensaban que durante la tarde de ayer lunes llegaría alguno de los ríos de lava al océano Atlántico, sin embargo, una reducción de la actividad volcánica y una menor masa magmática ha ralentizado durante esta noche su avance. En la mañana de hoy martes las coladas que siguen formándose siguen avanzando y bajando hasta el mar a una velocidad de hasta 700 metros por hora en pendiente y 300 m/h en llano, y se espera que lleguen al agua a lo largo del día.
Hasta el momento y con la zona evacuada, que se calcula que se evacuarán hasta medio millar de personas, los problemas de salud que pudiera provocar la erupción eran muy bajos. Sin embargo, con la llegada al mar se crea una nube espesa, conocida como 'laze', que contiene algunos gases tóxicos que lo hace peligroso.
La llegada de la lava al mar produce una serie de elementos que pueden ser mortales o causar lesiones. Y en el caso del 'laze' puede causar dificultades respiratorias
Cuando la lengua de lava, que se encuentra a más de mil grados de temperatura, alcanza el mar que se encuentra a 20 grados, se produce una explosión de vapor de agua, roca y fragmentos de lava fundida en el aire, olas de agua hirviendo que se lavan en la costa y el 'laze' o "mezcla de gas caliente corrosivo", según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Como señalan, estos elementos pueden ser mortales o causar lesiones. Y en el caso del 'laze' puede causar dificultades respiratorias, especialmente en personas con enfermedades respiratorias preexistentes. La nube está formada en su mayoría por vapor de agua, sin embargo también contiene gases de ácido clorhídrico que al ser inhalados pueden irritar la piel, los ojos o las vías respiratorias.
Ante ello, actualmente se recomiendan a las personas que viven cerca de la costa de la isla que se mantengan en sus casas con las ventanas cerradas para evitar entrar en contacto con este gas.
A su vez, no se recomienda navegar por la zona ni bañarse, ya que el oleaje mueve el agua hirviendo a causa de la lava y puede producir graves quemadura. Tampoco es recomendable caminar por el delta de lava, que se produce con la solidificación del fluido magmático al entrar en contacto con el agua. Este delta mantiene sus altas temperaturas, provocando que el agua esté muy caliente, además puede colapsar en cualquier momento debido al oleaje. Como señala el Servicio Geológico de Estados Unidos, en el colapso del delta de uno de los volcanes de Hawai en 1993 provocó que un fotógrafo fuera arrastrado al mar y que más de una docena de personas resultaran heridas cuando intentaron huir de las rocas calientes y los fragmentos de lava arrojados a la costa.