Las mujeres viven más años que los hombres pero con peor salud como consecuencia de la denominada como “triple jornada laboral”. Así ha quedado constatado por el informe anual “Brechas de Género 2019” elaborado por el Instituto Canario de Igualdad (ICI).
Un documento que pone el foco en las desigualdades existentes entre hombres y mujeres en diversas cuestiones como la salud, la formación, la educación, el empleo o la corresponsabilidad.
Las diferencias entre hombres y mujeres que actualmente siguen existiendo en nuestra sociedad impiden a las mujeres tener mejores condiciones de vida a pesar de que viven más años que los hombres. Aquí entra en juego la citada “triple jornada laboral”. Esta se refiere al trabajo que desarrollan las mujeres en una jornada laboral externa, en la realización de las tareas domésticas y cuidados y, la última, hace referencia a los esfuerzos de las féminas para mantener las redes afectivas en el entorno familiar.
Si ponemos el foco en los datos relacionados con el entorno laboral recogidos por el estudio, a pesar de que una mayor proporción de mujeres cuentan con estudios universitarios, son los hombres los que tienen mejores salarios en Canarias.
“Los hombres ganan sistemáticamente más que las mujeres, lo que permite, no solo un poder adquisitivo inmediato superior, sino una generación de pensiones a su vez superior a la de las mujeres”, señala el estudio. Estas desigualdades guardan relación con las distintas ramas de actividad, categorías y nivel profesional aunque, principalmente viene determinada por “los complementos salariales, sujetos a factores subjetivos y marcado por roles, prejuicios y estereotipos de género”.
“Se perpetúa el fenómeno de feminización de la pobreza, sin que se modifiquen las causas estructurales de esta brecha"
“Se perpetúa el fenómeno de feminización de la pobreza, sin que se modifiquen las causas estructurales de esta brecha: menor tasa de actividad, mayor índice de paro, menor remuneración, menores pensiones, mayores cargas familiares, etc.”, señala el informe.
En términos globales es mayor el número de mujeres (51,76%) que de hombres (48,24%) que se encuentran en riesgo de pobreza severa como consecuencia directa de los 3,52 puntos de la brecha de género.
Si hablamos de corresponsabilidad en las tareas del hogar, sigue existiendo una brecha de género media de 1,46 puntos, siendo la mayor parte de las tareas domésticas asumidas por las mujeres. Una situación que se repite en el cuidado de los familiares.
El informe apunta a que son prácticamente siempre las mujeres las que solicitan siempre la excedencia laboral, concluyendo que “la correlación entre excedencia laboral para el cuidado y situación de desigualdad en el mercado laboral, se convierte en un círculo vicioso difícil de romper”.