El Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín ha implantado por primera vez en Canarias un sistema de asistencia cardíaca ambulatoria de larga duración a una paciente. En otras palabras y según informa el Gobierno de Canarias en nota de prensa, se trata de una suerte de "corazón artificial". Los detalles de la intervención se han presentado este lunes en un acto al que han acudido el director del Servicio Canario de la Salud, Conrado Domínguez Trujillo, el jefe de servicio de Cirugía Cardíaca, Francisco Portela Torrón, el responsable de la Unidad de Insuficiencia Cardíaca, Antonio García Quintana y la paciente, Concepción Hernández Casañas.
"Este tipo de dispositivos supone una nueva incorporación a las diferentes terapias disponibles para tratar la insuficiencia cardíaca avanzada en la comunidad autónoma de Canarias. Además, se convierte en un apoyo importante para el Programa de Trasplante Cardíaco puesto en marcha en el hospital a finales del año 2019", explica el centro. Así, dicho dispositivo está indicado para pacientes con insuficiencia cardíaca avanzada, pues les permite esperar por un donante adecuado e, incluso, en determinados casos, puede ser un tratamiento definitivo para quienes no son candidatos a trasplante por presentar alguna contraindicación.
El postoperatorio transcurrió en la Unidad de Medicina Intensiva, donde la paciente estuvo ingresada cinco días
La operación se realizó el pasado mes de junio por un equipo multidisciplinar de especialistas del Doctor Negrín. La asistencia ventricular mecánica de larga duración, comúnmente denominada como LVAD por sus siglas en inglés, es una terapia destinada a mejorar la función ventricular izquierda en pacientes con insuficiencia cardíaca avanzada. El dispositivo consiste en una bomba totalmente implantada que conecta el ventrículo izquierdo con la aorta del paciente y la bomba es de tipo centrífugo y se alimenta a través de unas baterías y un cable exteriorizado (‘driveline’), apunta el centro.
El postoperatorio transcurrió en la Unidad de Medicina Intensiva, donde la paciente estuvo ingresada cinco días. Tras este periodo, la fase de convalecencia se desarrolló en la planta de Hospitalización de Cardiología. En este tiempo, se enseñó a la paciente a usar el dispositivo y los diferentes aspectos de recarga, aseo personal y vida diaria, así como el control de la coagulación. El seguimiento ambulatorio se sigue realizando en la Unidad de Insuficiencia Cardíaca Avanzada en el Hospital de Día de Cardiología. Actualmente, la paciente ya ha recibido el alta y goza de una "total autonomía y una notable mejoría de la calidad de vida".