En los últimos meses, han aumentado el número de peticiones de dimisión al consejero de Sanidad de Canarias, José Manuel Baltar. A pesar de llevar en el cargo apenas un año y medio, son ya varios colectivos los que consideran que su actuación no está resultando efectiva para solucionar los problemas que afrentan al sistema sanitario de Canarias.
La última petición llega desde el pleno de San Cristóbal de La Laguna, una localidad situada en el norte de la isla de Tenerife. La moción fue presentada por la formación ‘Unid@s se puede’ y fue respaldada por el PSOE en esta localidad. Mientras, tanto el PP como Ciudadanos se abstuvieron y Coalición Canaria se mostró en contra.
En la moción aprobada se recoge que el Gobierno canario "favorece los intereses de una minoría y no resuelve los graves problemas de salud que sufre nuestra población"
Según han recogido medios locales, la moción aprobada surge “en defensa de la sanidad pública de Canarias y en reprobación de la gestión de Baltar”. Critican, además, que “se sigan destinando enormes recursos a la concertación de servicios con las clínicas privadas, a un coste superior al que supondría una gestión 100% pública”. Igualmente, lamentan la gestión desarrollada por el Gobierno “por favorecer los intereses de una minoría y no resolver los graves problemas de salud que sufre nuestra población”.
Hace apenas unas semanas, la Asociación en Defensa de la Sanidad Pública (ADSPC) ya había requerido la dimisión del consejero por motivos muy parecidos. A su parecer, esta plataforma considera que “los datos de la gestión de Baltar requieren la reacción definitiva de la ciudadanía”. De la misma manera, reclaman que el resto de formaciones políticas promuevan “un pronunciamiento claro en el Parlamento, investigando y censurando para forzar el cese”.
Quien sí se ha pronunciado sobre ello es Podemos. La formación morada en Canarias solicitó a finales de abril la renuncia del consejero de Sanidad por considerarlo “el caballo de Troya de la sanidad privada en el servicio público sanitario”. De hecho, creen que “nunca debería haber sido nombrado”.