Canarias es una de las comunidades autónomas que menos ha aumentado su oferta de plazas MIR de cara a la convocatoria de Formación Sanitaria Especializada (FSE) de 2025. Una situación que puede afectar especialmente a una región que, por su lejanía de la península y la disgregación de sus islas, es una de las que más sufre a la hora de atraer profesionales sanitarios de otras partes de España para cubrir la falta de personal interno, lo que exige un especial mimo y cuidado a la hora de trabajar por retener el talento dentro de sus fronteras y que este no emigre. Sin embargo, denuncian los sindicatos, esto no se está produciendo.
“Somos los peores de España en gestionar ofertas de empleo y en conseguir que nuestros médicos se queden fijos aquí”. Así de contundente se muestra Levy Cabrera, secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) en Canarias, durante una reciente entrevista concedida a este periódico. “Se han hecho tres ofertas de empleo público para médicos en el Servicio Canario de Salud en cuarenta años, cuando la ley dice que tienen que ser cada dos años. Hay que buscar otra mecánica para hacer fijos a los médicos y que no se vayan de Canarias, no les puedes tratar igual que al resto del personal sanitario estatuario”, justifica.
“Somos los peores de España en gestionar ofertas de empleo y en conseguir que nuestros médicos se queden fijos aquí”
Y es que además, hablando de romper la ley, el propio Levy Cabrera también denunciaba en otra entrevista a ConSalud.es que Canarias lleva más de veinte años contratando a médicos sin especialidad (MIR), algo prohibido desde 1995: “Mientras lo sigamos haciendo, como comprenderás, es lógico que no quieran ir a un sitio en el que cobran la mitad de lo que cobran ahora”. “Ir a Canarias era atractivo el siglo pasado, porque se cobraba el complemento de residencia en las islas menores de casi 600 euros más al mes y de 189 en las mayores. Pero en la actualidad cobramos menos que en otras comunidades autónomas”, señala con indignación.
Toda esta suma de factores, critica el secretario general de CEMS, hace que Canarias sea económicamente mucho menos atractiva que otras regiones de nuestro país. “Conceptos como el de la carrera profesional de los médicos, el precio de la hora de guardia, sobre todo en los días ordinarios… está muy por debajo”, insiste. Y pone un ejemplo: “Aquí vino una vez un médico que se había especializado en Baleares, y como R4 cobraba 28 euros la hora. Yo, como médico de familia, cobro 22 euros la hora de guardia. ¿Cómo es posible que cobrara él más como residente que yo como especialista? Pues se fue para Baleares otra vez, claro”.
"Ir a Canarias era atractivo el siglo pasado, en la actualidad cobramos menos que en otras comunidades autónomas"
Además, más allá de toda esta problemática de Canarias a nivel nacional, dentro de la propia comunidad autónoma también hay deficiencias y desigualdades muy importantes. Está claro que no es lo mismo trabajar en Tenerife o Las Palmas, las dos grandes islas, que en La Palma, Fuerteventura, Lanzarote, El Hierro y La Gomera. Y esto ya no es solo un tema de la profesión de médico…: “Muchos vienen aquí, pero al cabo de un tiempo se van, porque no aguantan las condiciones de vida en el aspecto sociocultural”. Incluso, indica Cabrera, la provincia de Tenerife tiene muchas más dificultades que la de Las Palmas: “Todos los centros de salud son del siglo pasado, y no cabemos, hasta el punto de no poder hacer jornadas extraordinarias”.
“El cupo de pacientes en Canarias está en una media de 1.800 para el médico de familia y de 1.200 el pediatría, cuando lo ideal sería que fuese de 1.200 el médico de familia y de 900 el pediatra”, afirma el facultativo. “Además de todo esto, desde hace ya tiempo tenemos problemas para conseguir viviendas, sobre todo los residentes. El turismo se ha comido todo el mercado, y para el médico que viene de la península es terrible el tema del alquiler”, añade.
SOLUCIÓN: MÉDICOS SIN MIR
Como mencionábamos al comienzo del artículo, el Ministerio de Sanidad solo ha aumentado en ocho las plazas MIR en Canarias para la próxima convocatoria, mientras que las del resto de titulaciones suman 16 más que en 2024… a pesar de que, dice el secretario general de CESM en la comunidad autónoma, donde realmente tienen problemas en la asistencia médica de primer nivel, hasta el punto de que “casi el 40% de las plazas de Pediatría en Atención Primaria están ocupadas por especialistas que no son pediatras y el 25% de las de Medicina Familiar y Comunitaria las cubren médicos generales”: “Ya a principios de siglo veníamos advirtiendo que dentro de quince, veinte años, iban a hacer falta muchos especialistas por las jubilaciones”.
Estas cifras resultan muy curiosas teniendo en cuenta que Canarias ha sido, en los últimos años, la comunidad autónoma que ha vivido un mayor incremento en su número de médicos colegiados: 8.603 en 2009, 9.312 en 2013, 10.504 en 2017, 11.803 en 2020, 12.230 en 2021 y 12.708 en 2022; esto es, un 47% más según un estudio del Sindicato Médico de Granada.
“Algunos médicos extranjeros que son especialistas en sus países de origen tienen que comenzar a trabajar de nuevo como residentes, aunque la gran mayoría de los que vienen solo tienen el título de Medicina"
Claro que la mayoría de ellos son médicos extranjeros que, mencionaba antes Levy Cabrera, cubren las plazas de Atención Primaria a pesar de no ser especialistas. Lo reconocía también a ConSalud.es Rodrigo Martín Hernández, presidente del Colegio Oficial de Médicos de Santa Cruz de Tenerife y del Consejo Canario de Colegios de Médicos: “Algunos médicos extranjeros que son especialistas en sus países de origen tienen que comenzar a trabajar de nuevo como residentes, aunque la gran mayoría de los que vienen solo tienen el título de Medicina".
Por eso, tienen un acuerdo con el Servicio Canario de Salud para que, una vez homologado el título de Medicina de su país de origen y recibida una formación en aspectos básicos, puedan pedir plaza en el sistema público: “Su formación no es ni mejor ni peor, es distinta”. Eso sí, reconoce que supone un “sobreesfuerzo” por parte de los colegios para adaptar su formación a los estándares europeos. “Pueden diagnosticar igual que nosotros, pero los tratamientos no son los mismos, y tienen que conocer las guías y los protocolos”, sentencia Martín Hernández.