Desde principios de mes el cielo español casi en su totalidad se ha cubierto por polvo de la arena del desierto del Sáhara. Un fenómeno que ya se va mitigando, pero que durante estos días ha empeorado de forma considerable la calidad del aire. Este fenómeno de polvo en suspensión conocido como calima, supone un problema respiratorio, especialmente importante en las personas con enfermedades respiratorias.
Ahora mismo el principal problema reside en Canarias, por eso la Dirección General de Salud Pública de las islas, ante la previsión de presencia de calima en varias islas para los próximos días, ha recordado a la población más sensible las precauciones como evitar la exposición prolongada al aire exterior, mantener las ventanas cerradas y no realizar esfuerzos físicos al aire libre.
Según informa la Consejería de Sanidad, el polvo en suspensión contribuye a resecar las vías respiratorias y, en muchas ocasiones, se puede provocar un agravamiento de afecciones o síntomas relacionados con enfermedades respiratorias, tales como el asma, personas con enfermedad obstructiva crónica (EPOC) que hacen que aumenten las visitas a los servicios de urgencias y los ingresos hospitalarios en algunos casos.
La exposición a este contaminante puede producir molestias torácicas, tos, palpitaciones, fatiga o incremento a la susceptibilidad a infecciones respiratorias, al menos durante los cinco días posteriores al inicio del episodio
Por lo tanto, se recomienda a las personas sensibles a este tipo de episodios --como niños, ancianos y personas con enfermedades respiratorias o cardiovasculares crónicas-- no salir a la calle y mantener cerradas puertas y ventanas de las casas; o realizar la limpieza de las superficies con el polvo con paños húmedos.
También se les insta a mantenerse en ambientes húmedos e hidratarse; no realizar ejercicios físicos en el exterior; y en caso de empeorar los síntomas respiratorios llamar al 1-1-2.