La provincia de Alicante sufre estos días la primera ola de calor del verano, y niños y ancianos son muy vulnerables a las altas temperaturas, por lo que es importante tomar precauciones para evitar problemas como la deshidratación y el golpe de calor.
En este sentido, Blas Giménez, jefe del servicio de Urgencias del Hospital Universitario del Vinalopó, asegura que debemos tener cuidado con la exposición a altas temperaturas puesto que, aunque el cuerpo humano cuenta con mecanismos de regulación que nos ayudan a adaptarnos a los cambios de temperatura, si el calor es excesivo o tomamos ciertas medicaciones, debemos tener ciertas precauciones para garantizar su correcto funcionamiento.
''Con el calor sudamos y esa pérdida de agua, si no llevamos las precauciones de reponer iones, nos puede producir calambres. Este estado, prolongado en el tiempo, puede llegar a ocasionar problemas mayores como los síncopes (pérdidas súbitas de conciencia) o el golpe de calor'', comenta Blas Giménez.
Niños y ancianos son muy vulnerables a las altas temperaturas, por lo que es importante tomar precauciones para evitar problemas como la deshidratación y el golpe de calor
Y es que, los golpes de calor se pueden dar en personas jóvenes que realizan ejercicio físico intenso con mucho calor y no reponen líquido, y en niños y ancianos, sobre todo los que toman ciertas medicaciones como diuréticos o tratamiento psiquiátrico, que dificultan que los mecanismos reguladores que tiene el propio organismo funcionen de forma correcta.
Así, los golpes de calor se identifican con dolores musculares, disminución del nivel de conciencia y por percibir que la piel está muy caliente, incluso por encima de los 40 grados. Ante este cuadro clínico, debemos acudir al servicio de urgencias para solventar esta situación lo antes posible.
Por otro lado, ante semanas de calor intenso como la que estamos viviendo, debemos evitar realizar ejercicio intenso en horas punta y, siempre que hagamos deporte o estemos expuestos al calor, tomar bebidas abundantes e isotónicas.
Además, debemos evitar la exposición al sol, sobre todo de niños y ancianos, entre las 11 y las 17 horas, y, lo más importante, ingerir mucho líquido para evitar la deshidratación.