En los cuatro años que lleva en funcionamiento la Unidad de Rehabilitación Cardíaca del Departamento de Salud de Dénia (DSD), ha atendido a más de 350 pacientes, a pesar de los dos años de pandemia. Esta unidad está dirigida tanto para los pacientes que han sufrido un infarto, como para los incluidos dentro del programa de insuficiencia cardíaca.
Tras sufrir un accidente coronario, los pacientes son sometidos a una prueba de esfuerzo para conocer su umbral de resistencia y se les recomienda una pauta de ejercicio físico personalizada.
Los ejercicios se realizan en grupos de tres a cuatro pacientes, lo que “supone un apoyo psicológico importante al empatizar con otros pacientes en la misma situación. Además el programa debe incluir una parte educativa sobre hábitos de vida saludables patología cardiovascular y su autocuidado”, señala el jefe de Cardiología del DSD, el doctor Alfonso Valle.
“Los programas hospitalarios de rehabilitación reducen nuevos eventos en un 20-25% y además permiten preparar al paciente para la llamada fase III"
El especialista aclara que la creencia de que tras un episodio cardíaco no se debe hacer ejercicio físico, es falsa, ya que los problemas surgen de la mano del sedentarismo. “Los programas hospitalarios de rehabilitación reducen nuevos eventos en un 20-25% y además permiten preparar al paciente para la llamada fase III, cuando continúen haciendo actividad física de manera ambulatoria, no supervisada”, explica el doctor Valle.
Entre las ocho y las doce semanasde rehabilitación, el paciente acude a una consulta con el cardiólogo y enfermería especializada que realizan una evaluación global, con control de factores de riesgo, un tratamiento pautado y el resto de parámetros. Además señalan, que el paciente tras finalizar el programa debe continuar con los hábitos saludables, dado que la fase III de rehabilitación será para todo el resto de la vida.