Después de tres sentencias, la Consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana, no solo no ha asumido responsabilidades, sino que además se niega a reconocer sus errores. La Generalitat ha recurrido la sentencia del juzgado alicantino que condenó a la Consejería que dirige Ana Barceló a indemnizar a sus médicos con cantidades que van desde los 5.000 a los 50.000 euros, por no haberles brindado medidas de protección contra la Covid-19 durante la primera ola de la pandemia.
Concretamente, la Comunidad Valenciana ha recurrido la primera de las sentencias, que fue interpuesta por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos de la Comunidad Valenciana (CESM-CV). La justicia falló a favor de los sanitarios asegurando que había quedado acreditado que “las medidas adoptadas (por la Conselleria) no fueron suficientes para garantizar la seguridad de los empleados demandantes”.
Con todo, la Conselleria ha recurrido esta sentencia acusando a los sanitarios de haber robado el material sanitario de protección. Según informa el CESM-CV, en el recurso de la Generalitat Valenciana “se vierten manifestaciones injustas e inadmisibles sobre los profesionales sanitarios de ‘sustraer’ material de protección”.
Para el CESM-CV es "un sarcasmo, una afirmación injusta e impropia y una falsa acusación, que la Generalitat Valenciana excuse y justifique la falta de material, en una supuesta sustracción o robo"
La Generalitat Valenciana asegura en la página 29 del recurso a dicha sentencia que “la circunstancia de poner bajo llave el material obedecía a que se estaba sustrayendo el mismo ante el pánico que cundía entre el personal sanitario por la pandemia que se avecinaba”. En otras palabras, la Sanidad Valenciana considera que los médicos, que tuvieron que protegerse con bolsas de basura, robaron el material sanitario del que ya carecían.
Para el CESM-CV es “un sarcasmo, una afirmación injusta e impropia, además de constituir una falsa acusación, que la Generalitat Valenciana excuse y justifique la falta de material, en una supuesta sustracción o robo, para su custodia bajo llave cuando ha quedado demostrado, y es de dominio público, que durante la primera ola, los profesionales médicos, tuvieron que afrontar condiciones de trabajo penosas al desempeñar sus funciones absolutamente desprotegidos por no haber sido dotados de equipos de protección individual (EPIs), por quien estaba obligado, su empleador, en este caso la Conselleria de Sanitat”.
Recordemos que, como adelantó a este medio el presidente de CSIF Sanidad Valencia, Fernando García, la Conselleria era consciente de la situación, pues desde este sindicato advirtieron, ya el 31 de enero de 2020 de “la falta de equipos de protección individual” y de que “venía una pandemia”. Con todo, Barceló y su gabinete “no hicieron ni caso”.