La Conselleria de Sanidad de la Comunidad Valenciana ha creado cuatro unidades de referencia en la Comunitat Valenciana para la atención a personas con esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Estas unidades estarán distribuidas en los hospitales de las tres provincias: el Hospital General Universitario de Castellón, los hospitales Universitari i Politècnic La Fe y Clínico Universitario de Valencia, y el Hospital General Universitario Doctor Balmis en Alicante.
El Hospital General Universitario de Castellón será el centro designado para atender a los pacientes de los departamentos de salud de Vinaròs, Castelló y La Plana. En Valencia, La Fe será la referencia para quienes provienen de València-Arnau de Vilanova-Llíria, València-La Fe, València-Doctor Peset, Manises, Requena, València-Hospital General y Xàtiva-Ontinyent.
Por su parte, el Hospital Clínico Universitario de Valencia cubrirá a los pacientes de los departamentos de Sagunto, València-Clínic-Malvarrosa, La Ribera y Gandia. Mientras tanto, en la provincia de Alicante, el Hospital Doctor Balmis asumirá la atención de los residentes en Dénia, Alcoi, Marina Baixa, Sant Joan d’Alacant, Elda, Alicante-Hospital General, Elche-Hospital General, Orihuela, Torrevieja y Elche-Crevillent.
Estas unidades de referencia han sido acreditadas por un periodo inicial de cinco años
Estas unidades de referencia han sido acreditadas por un periodo inicial de cinco años. Para obtener esta certificación, la Conselleria de Sanidad ha contado con el apoyo de especialistas en ELA. Una vez concluido este plazo, los hospitales deberán demostrar nuevamente el cumplimiento de los requisitos establecidos para mantener su estatus como unidades de referencia.
ESCLEROSIS LATERAL AMIOTRÓFICA
La esclerosis lateral amiotrófica es una enfermedad neurodegenerativa que afecta las neuronas motoras en la corteza cerebral, el tronco del encéfalo y la médula espinal. Este deterioro progresivo provoca una debilidad muscular que puede evolucionar hacia la parálisis y extenderse por diferentes partes del cuerpo.
A medida que la enfermedad avanza, la movilidad, la comunicación oral, la deglución y la respiración se ven gravemente comprometidas. Sin embargo, los pacientes mantienen intactos los sentidos, la función intelectual y los músculos oculares, aunque dependen cada vez más de ayuda externa para sus actividades diarias.