El Hospital de Sant Joan de Alicante mantendrá cerrada durante todo el mes de agosto la Unidad de Trastornos Alimentarios, la única de toda la provincia en la que ingresan jóvenes con graves problemas de anorexia. El cierre se produce todos los veranos, pero esta vez, las seis personas que estaban ingresadas en la unidad han sido enviadas a sus casas con un informe en el que se habla de «alta administrativa», un procedimiento nada habitual, según ha publicado el diario La Información.
Normalmente, a pacientes en una situación más delicada se les ofrece una alternativa de ingreso, por ejemplo en la planta de Pediatría, en Ginecología o en Psiquiatría. El diario ha informado de que no se han llevado a cabo ninguno de estos ingresos tanto por el rechazo de las familias a que sean internadas en Psiquiatría o por las dificultades planteadas por otros servicios para acoger a este tipo de pacientes.
Los afectados han recibido un informe de "alta administrativa" y serán atendidos ambulatoriamente
El servicio dispone de seis camas, está localizado en una planta de hospitalización convencional pero aislado del resto de enfermos, de manera que los pacientes ingresados llevan un estricto control en cuanto a horarios y comidas y están muy vigilados. El cierre obedece todos los veranos a la falta de personal, con media plantilla del hospital de vacaciones y con escasez de sustituciones.
Según La Información, los pacientes se han marchado a sus domicilios con un «contrato terapéutico» para que sigan una hospitalización a domicilio. En este documento se especifican todas las pautas farmacológicas y de alimentación que deben seguir y una vez a la semana se les ve en consulta en el Hospital de Sant Joan.
Profesionales que trabajan con personas afectadas por la anorexia creen que este parón en el tratamiento intensivo que reciben supone un perjuicio para su recuperación, aunque desde la dirección del centro insisten en que a estos enfermos no se les deja desasistidos durante este mes.