Rafael es un profesional que se dedica a la pintura y decoración de paredes. Una actividad común para muchos trabajadores y que, sin embargo, para este valenciano de 51 años resultaba una función imposible de ejecutar, hasta hace muy pocos meses.
El motivo era el temblor esencial que sufría, un trastorno que causa movimientos involuntarios y rítmicos. Si bien es cierto que puede afectar a casi cualquier parte del organismo, éste se presenta con mayor frecuencia en las manos, con especial incidencia en el desarrollo de tareas simples, tales como beber un vaso de agua o atarse los cordones de los zapatos.
"Empecé a notar temblores a los 17 años, cuando trabajaba en una charcutería, sobre todo en la mano izquierda", explica Rafael en una entrevista concedida a ConSalud.es. Un escenario que se hizo mucho más evidente tiempo después, cuando la situación le impidió concluir el servicio militar obligatorio.
"Jamás en mi vida he podido comer sopa en un restaurante, los refrescos siempre con pajita o la excusa de que el café era para llevar… Donde más cómodo se siente uno es en su casa, con su familia"
De regreso a la vida cotidiana, el temblor esencial privó a Rafael de trabajar en el oficio de pintor, una profesión que hubiese heredado de su padre. "Busqué un empleo en el que no tuviera que utilizar el pulso y empecé a trabajar en una empresa de transportes donde mi función era cargar, cargar y cargar", apunta.
"Es una situación difícil porque la gente te mira por la calle, te sientes observado", lamenta. De hecho, continúa en declaraciones a este diario, "jamás en mi vida he podido comer sopa en un restaurante, los refrescos siempre con pajita o la excusa de que el café era para llevar… Donde más cómodo se siente uno es en su casa, con su familia".
UNA NUEVA VIDA
Tras tres décadas de vida limitadas por el temblor esencial, la tecnología y la ciencia se han posicionado como los mejores aliados de Rafael. Y es que el valenciano es uno de los pacientes tratados con Neuro-Hifu, una técnica pionera implantada en Valencia por Ascires Grupo Biomédico de la mano del Dr. Andrés Lozano, neurocirujano que la ha desarrollado a nivel internacional y Medical Advisor del grupo.
Neuro-Hifu (High Intensity Focused Ultrasound) incide directamente sobre las células neuronales que provocan el temblor esencial, a través de ultrasonidos, de forma indolora y sin cirugía. Además, el paciente está consciente e interactúa con el equipo médico durante la intervención.
Una técnica que, entre sus múltiples ventajas, tiene un efecto inmediato y no precisa de convalecencia. "Lo primero que hice fue llamar a mi hija y, al ver que el teléfono no temblaba, me puse a llorar de la emoción", relata en una entrevista telefónica. Rafael aprovecha la ocasión para agradecer el apoyo y las facilidades de todos los profesionales que conforman Ascires Grupo Biomédico y anima a todos los pacientes que tengan la oportunidad a someterse a este tratamiento. "Ahora he podido dedicarme a la pintura y la decoración... La vida me ha cambiado muchísimo: un 200%", subraya. "Las dos ilusiones más grandes en esta vida han sido cuando nació mi hija y cuando me sometí a este tratamiento y vi que mi mano ya no temblaba", finaliza.