La consejera de Sanidad de la Comunidad Valenciana, Carmen Montón, aseguró en diciembre que los trabajadores de La Ribera iban a “mantener sus puestos” y que incluso procederían a “ampliar la plantilla”. Sin embargo, estas palabras se han vuelto en contra de la titular sanitaria, ya que se ha negado a reingresar a un celador de este centro que fue despedido.
La Consejería, a través de la abogacía de la Generalitat Valenciana, ha decidido recurrir una sentencia del Juzgado de lo Social nº14 de Valencia, la cual declaraba como despido improcedente la finalización de un contrato de un celador en este centro hospitalario de Alzira.
La Consejería de Sanidad no autorizó la propuesta de Ribera Salud de hacer indefinido al trabajador; ahora, proponen abonarle una indemnización y no reingresarle en el centro hospitalario
Según ha publicado El Mundo, dicho despido venía motivado por la orden de Sanidad que negaba a Ribera Salud a tomar decisiones de manera unilateral que tuviesen consecuencias pasado el 31 de marzo de 2018, el inicio de la reversión. Ribera Salud rescindió el contrato temporal de este trabajador el 30 de abril de 2017, pese a que su intención era transformar su contrato en indefinido en el mes de mayo.
Sin embargo, el departamento que dirige Montón no autorizó dicha conversión, por lo que se procedió al despido del mismo. Este celador denunció esta situación y la justicia le dio la razón, dando a la UTE Ribera Salud dos opciones: la readmisión como indefinido o el despido con indemnización.
La Consejería ha recurrido la sentencia que dice que se ha realizado un despido improcedente contra este trabajador y ahora, apunta a abonarle dicha indemnización, dejándole asimismo sin empleo. De esta manera, se incumple el compromiso expresado por la propia Carmen Montón de no despedir a nadie en La Ribera.