Médicos y pacientes del centro de salud de Burjassot (Comunidad Valenciana) han denunciado temperaturas de hasta 38 grados en las consultas de urgencias. Esta situación comenzó el 10 de junio cuando se iniciaron las obras de impermeabilización de la cubierta, lo que ha provocado que no esté operativo el sistema de climatización.
Según denuncia el equipo de guardia y urgencias del CAP, llevan semanas trabajando en condiciones “inhumanas” debido a las altas temperaturas que se padecen en las instalaciones. “Hemos llegado a los 33 grados; vamos en pantalón corto y cuando no hay pacientes, nos tumbados en el suelo para refrescarnos. Esto da ganas de llorar”, ha explicado un testimonio recogido por La Razón.
“Cuando no hay pacientes, nos tumbados en el suelo para refrescarnos”
Cuentan que después de que se cayera parte del techo del centro debido a las fuertes lluvias, los responsables del mantenimiento se vieron obligados a quitar el aire acondicionado mientras duraban los trabajos. Desde entonces, el calor se combate con tres aparatos (uno en la sala de curas, otro en el de las de extracciones y un tercero en la consulta), pero la potencia es insuficiente y el funcionamiento deja mucho que desear, “o te asas de calor o te mueres de frío”, cuentan los afectados.
Además, los pacientes no tienen ni siquiera un pequeño ventilador en la sala de espera, por lo que los usuarios, conocedores de la situación, optan por acudir al centro en las horas en las que el sol da un poco de tregua. “Estamos de tres de la tarde a las ocho de la mañana, y los domingos y festivos, las veinticuatro horas del día, pero los enfermos, si pueden esperar, esperan a que no haga tanto calor porque saben qué es lo que tenemos aquí”, cuenta uno de los miembros de la plantilla.