El sindicato CESMCV-SAE convoca movilizaciones para el próximo 25 de febrero por la “falta de respuestas” de la Consejería de Sanidad que dirige Ana Barceló ante los problemas que aquejan a la sanidad valenciana.
Según Andrés Cánovas, secretario general del Sindicato Médico de la Comunidad Valenciana (CESM-CV), “hemos tenido múltiples reuniones con la Consejería y sus órganos para plantear las cuestiones que afectan gravemente a la calidad asistencial de los ciudadanos y, a pesar de ello, todavía no tenemos respuestas claras y definitivas”.
Por ello, añade, “a las concentraciones realizadas el pasado 7 de febrero, se sumará la convocatoria de movilizaciones durante el próximo día 25 y la entrega de las firmas que hemos recogido entre personal sanitario y ciudadanos para denunciar y protestar por la situación actual”.
"Los médicos y el resto de profesionales sanitarios hemos demostrado mucha paciencia en los últimos meses, pero creemos que ya es indispensable una respuesta lo más rápida y contundente posible"
En concreto, a las 11.00 horas de la mañana se realizará una concentración en las puertas de la Consejería de Sanidad, además de las previstas en los centros sanitarios entre las 10.00 y las 12.00 horas.
Para Cánovas, “los médicos y el resto de profesionales sanitarios hemos demostrado mucha paciencia en los últimos meses, pero creemos que ya es indispensable una respuesta lo más rápida y contundente posible ante la actitud pasiva de Sanidad, que se ve agravada por encontrarnos en plena epidemia de gripe y con unas listas de espera en aumento”.
REIVINDICACIONES
La reivindicaciones de CESMCV-SAE se han plasmado en sendos documentos de los cuales Sanidad tiene constancia. En Primaria destacan la necesidad de un presupuesto finalista correspondiente al 25 por ciento del total consignado a Sanidad, cupos de 1.300 pacientes para los médicos de Familia y 900 para pediatras, y tiempos adecuados para la atención a pacientes, entre otros. Y en Hospitalaria, inciden en la necesidad de aumentar la contratación de médicos para adaptar una plantillas “históricamente infradotadas”, agendas cerradas y con un tope máximo de pacientes definido para cada especialidad y otras mejoras de carácter laboral.