Durante la reciente crisis generada por la DANA en la Comunidad Valenciana, la gestión sanitaria liderada por Marciano Gómez Gómez, actual consejero de Sanidad, ha sido un ejemplo de coordinación, agilidad y empatía en la administración pública. Su enfoque no solo ha permitido una respuesta efectiva ante los desafíos médicos y logísticos planteados por las inundaciones, sino que también ha mostrado un modelo de actuación que ha priorizado el bienestar de la ciudadanía en condiciones de extrema dificultad.
Desde el inicio de la emergencia, la Consejería de Sanidad, bajo la dirección de Gómez, se movilizó para organizar y desplegar una red de apoyo sanitario en las zonas más afectadas. Una de las decisiones más destacadas fue la habilitación de un formulario de registro en línea, que permitía a los profesionales de la salud de toda la comunidad ofrecerse como voluntarios para colaborar en la respuesta sanitaria. Este sistema no solo facilitó el acceso de recursos humanos a las áreas más necesitadas, sino que además permitió una rápida identificación de los perfiles médicos específicos necesarios, optimizando la asignación de médicos, enfermeros y personal de apoyo.
El liderazgo de Gómez también se reflejó en su cercanía con los municipios afectados. Esta acción fue clave para desplegar recursos de manera estratégica, evitando duplicidades y maximizando el impacto de la ayuda. En varios municipios, se establecieron puntos de atención extraordinarios para garantizar que los ciudadanos pudieran acceder a servicios médicos de emergencia, en un momento en que el acceso a los centros de salud habituales se vio comprometido por las inundaciones.
Uno de los pilares de la gestión de Gómez fue el cuidado de los grupos vulnerables. La Consejería de Sanidad estableció un protocolo de comunicación y seguimiento con personas mayores, embarazadas y pacientes crónicos, asegurando que recibieran la atención médica adecuada y que, en caso de emergencia, contaran con un canal prioritario de asistencia. Este enfoque proactivo no solo brindó tranquilidad a las familias afectadas, sino que también evitó complicaciones de salud que, en el contexto de la DANA, podrían haberse agravado.
Su gestión ha sido elogiada por los profesionales de la salud y por la ciudadanía
Asimismo, bajo la supervisión de Marciano Gómez, la Dirección de Salud Pública emitió varias recomendaciones de seguridad para la población. Estas recomendaciones incluyeron medidas específicas sobre el consumo de agua y alimentos, sugiriendo evitar aquellos que pudieran estar contaminados por el agua de las inundaciones, así como tratar los diferentes problemas de salud derivados de los trabajos de limpieza de las zonas afectadas por la DANA, promoviendo las medidas higiénicas y preventivas adecuadas. Gómez también se mostró firme en sus recomendaciones de no donar medicamentos sin seguir los canales oficiales, garantizando así la seguridad y la calidad de los productos sanitarios que llegaban a los afectados. Este aspecto preventivo fue clave para evitar brotes de enfermedades y asegurar que la crisis sanitaria no se agravara por factores secundarios.
El impacto de la DANA llevó al cierre temporal de varios centros de salud en Valencia y sus alrededores, sin embargo, gracias a la organización y coordinación de recursos, estos centros pudieron reabrir en un plazo mínimo, volviendo a atender a los pacientes de manera eficiente. La rápida restauración de los servicios médicos en estos centros reflejó la capacidad de reacción de la Consejería de Sanidad y el enfoque resolutivo de Gómez.
En todo momento, el consejero de sanidad mostró una presencia activa y comprometida, demostrando que la administración pública, cuando trabaja con planificación y sensibilidad, puede actuar con eficacia en momentos de crisis. Su gestión ha sido elogiada no solo por los profesionales de la salud que participaron en el operativo, sino también por la ciudadanía, que vio en su actuación un esfuerzo genuino por garantizar el bienestar de todos los afectados.
En resumen, la actuación de Marciano Gómez en la gestión de la crisis de la DANA ha sido un ejemplo de liderazgo en la salud pública. Su enfoque en la rápida movilización de personal sanitario, la estrecha colaboración con autoridades locales, la atención especial a grupos vulnerables y la implementación de medidas preventivas eficaces reflejan una visión integral y empática de la sanidad pública en situaciones de emergencia. Su gestión durante esta crisis ha dejado una huella significativa en la Comunidad Valenciana, consolidando la confianza de la ciudadanía en su sistema de salud y demostrando que, incluso en las circunstancias más adversas, una administración comprometida y bien dirigida puede marcar la diferencia.