El Hospital La Fe atiende más de 25.300 urgencias infantiles en el primer semestre del año

La mayor parte de las urgencias atendidas, más de un tercio del total, han correspondido a patología respiratoria.

Miembros del Hospital La Fe (Foto. Comunidad Valenciana)
Miembros del Hospital La Fe (Foto. Comunidad Valenciana)
CS
1 agosto 2019 | 10:00 h

El Servicio de Urgencias Pediátricas del Hospital Universitari i Politècnic La Fe de València atendió un total de 51.137 urgencias infantiles en el pasado año 2018, además de más de 25.300 en lo que llevamos de año 2019. La mayor parte de las urgencias atendidas, más de un tercio del total, han correspondido a patología respiratoria. 

Tal y como ha señalado el jefe de servicio de Urgencias Pediátricas de La Fe, Juan Aragó, ''estas enfermedades respiratorias aparecen con mayor frecuencia entre los meses de octubre y marzo, coincidiendo con las bajas temperaturas''. 

Así, destacan los casos de las vías respiratorias altas (cuadros catarrales de origen vírico, amigdalitis, faringitis y laringitis) con el 25% del total de urgencias y otro 10% son relativas a las vías respiratorias inferiores (broncoespasmos, bronquiolitis y neumonía). Finalmente, las otitis también fueron muy frecuentes.

El Servicio de Urgencias Pediátricas del Hospital Universitari i Politècnic La Fe de València atendió un total de 51.137 urgencias infantiles en el pasado año 2018

Del mismo modo, y surgidas en cualquier época del año, las gastroenteritis también han supuesto un gran porcentaje de las atenciones urgentes. Otros problemas menos frecuentes fueron el estreñimiento y la apendicitis aguda.

No obstante, como ha comentado el pediatra de Urgencias de La Fe, Rafael Señer, ''otro grueso de las atenciones urgentes en pacientes menores de 14 años son provocadas por accidentes infantiles. Así, hasta el 30% de las visitas están motivadas por un accidente, la mayor parte de ellos acaecidos en la calle, el hogar o la escuela. Además, en esta época del año, hay que prestar especial atención a los desplazamientos en coche y a la prevención de ahogamientos en playas y piscinas''.

En este sentido, es muy importante tener en cuenta unos consejos básicos de cuidado, en función de la edad de cada menor, como no dejarle nunca sin supervisión, enseñarle a tener un comportamiento adecuado (no correr, cuidado con resbalar, no saltar o zambullirse sin conocer la profundidad) y aprender a realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). 

URGENCIAS DE TRAUMATOLOGÍA

Las urgencias atendidas por Traumatología están relacionadas mayoritariamente con traumatismos secundarios por pequeños accidentes. Se trata fundamentalmente de caídas o golpes sucedidos durante el juego, aunque también hay accidentes de otros tipos.

Así, los efectos más comunes de estos accidentes son las heridas, las contusiones, las abrasiones, los esguinces y las fracturas. La gran mayoría son traumatismos leves, aunque también se atendieron politraumatismos graves.

Las urgencias atendidas por Traumatología están relacionadas mayoritariamente con traumatismos secundarios por pequeños accidentes

Si bien los traumatismos craneoencefálicos fueron, en su mayor parte, leves, apreciándose fractura craneal, en ciertos casos, y únicamente un pequeño porcentaje, precisó intervención neuroquirúrgica, en relación con las lesiones intracraneales asociadas. 

Rafael Señer ha destacado la importancia de la prevención de accidentes de tráfico porque, ''aunque estadísticamente el número es menor, las consecuencias pueden ser muy graves. Por este motivo, es importante que la persona adulta conductora nunca conduzca bajo efectos del alcohol o medicamentos que puedan interferir, respete siempre las normas de circulación y tenga especial cuidado en los sistemas de reteción, ya que el 63% de menores no viaja de forma correcta''.

Del mismo modo, cuando se va a pie o en bicicleta siempre hay que tener cuidado al cruzar, utilizar protección y tener en cuenta que la persona adulta es siempre ejemplo. 

PRECAUCIONES EN EL HOGAR

Otros accidentes menos frecuentes fueron los casi ahogamientos, la ingesta accidental de fármacos, la ingesta de sustancias tóxicas, las crisis de atragantamiento y la presencia de cuerpos extraños en los bronquios, faringe y tubo digestivo.

Cuando se va a pie o en bicicleta siempre hay que tener cuidado al cruzar, utilizar protección y tener en cuenta que la persona adulta es siempre ejemplo

Según los datos de la última Encuesta de Salud realizada por la Consejería de Sanidad Universal y Salud Pública, los niños y niñas con edades comprendidas entre los 6 y los 10 años son los más propensos a tener accidentes, por delante de los de 11 a 15 años.

Además, el hogar es el lugar principal donde los niños y niñas sufren los accidentes, por delante de la escuela, la calle y las instalaciones deportivas. En la mayoría de los casos, los accidentes producidos en el hogar pueden evitarse adaptando y haciendo más seguro el entorno, al mismo tiempo que se educa a los niños para que reconozcan y eviten las situaciones de riesgo.

Por ejemplo, es importante mantener fuera de su alcance los cuchillos, las tijeras, herramientas y objetos punzantes o cortantes, así como proteger esquinas y enchufes. Para evitar atragantamientos, debemos enseñarles a masticar despacio y evitar darles frutos secos hasta cumplidos los cuatro años, del mismo modo que no permitiremos que jueguen con bolsas de plástico, con piezas pequeñas de juguetes o con monedas. 

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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