El Servicio de Transfusión del Hospital La Fe de Valencia ha modificado su sistema de hardware, software y de las pulseras de identificación del paciente que necesita una transfusión, con el fin de minimizar al máximo la posibilidad de que se produzcan errores humanos reforzando así la seguridad en las transfusiones en todas las áreas del hospital, médicas y quirúrgicas.
Con este nuevo circuito, cuando un paciente del hospital necesita una transfusión, se le toma una muestra de sangre (dos en el caso de que sea la primera que se realiza en La Fe) y se le identifica con una pulsera transfusional que lleva un código de seguridad y que es diferente a la que se recibe al ingresar en el hospital.
En cuanto las muestras de sangre del paciente y la petición de transfusión llegan al Servicio de Transfusión, se realizan las pruebas de compatibilidad y se adjudican los componentes sanguíneos. La etiqueta que se genera y se adhiere al componente sanguíneo lleva impreso el mismo código que la pulsera del paciente.
Antes de iniciar la transfusión, mediante un terminal portátil o asistente digital personal, conocidos como PDA, se confirma que el identificador o código de la pulsera del paciente y el que lleva la etiqueta del componente sanguíneo coinciden. Si no es así, salta una alarma y se cancela la transfusión. Para poder realizar este reconocimiento simultáneo y sincronizado de los códigos y confirmar que el paciente y su bolsa de sangre comparten identificador, La Fe cuenta con 70 terminales PDA que se están distribuyendo por todas las áreas del hospital.
“La conexión directa, a través de la PDA, permite tener una trazabilidad en tiempo real del proceso transfusional desde el principio hasta el final"
La responsable del Servicio de Transfusión de La Fe, Pilar Solves, ha explicado que “la conexión directa, a través de la PDA, permite tener una trazabilidad en tiempo real del proceso transfusional desde el principio hasta el final. De hecho, se registra, por ejemplo, cuánto dura cada fase del proceso o posibles reacciones o incidentes”.
En el hospital, se realizan cada año una media de 30.000 transfusiones de componentes sanguíneos. De ellos, 1.500 son de plasma, aproximadamente 8.000 de plaquetas y unos 21.000 de hematíes.
Tanto el sistema previo como el nuevo comparten el objetivo de minimizar riesgos, es decir, comprobar que no exista incompatibilidad entre los componentes sanguíneos y quien los recibe. El gerente del Departamento de Salud València La Fe, José Luis Poveda, ha destacado que se trata de “una iniciativa alineada con nuestra dilatada trayectoria y amplia experiencia en la mejora continua de la calidad asistencial para ofrecer a la ciudadanía el mejor servicio posible”.