El Hospital General Universitario de Alicante, a través de la Unidad de Endoscopias del Servicio de Medicina Digestiva, ha realizado recientemente con éxito, y por primera vez en la Comunidad, la implantación de una prótesis biliar biodegradable colocada de forma endoscópica.
Hasta el momento, estas prótesis biodegradables biliares solo se podían implantar por radiología intervencionista, mediante una punción de la pared abdominal, "con la consiguiente morbilidad y molestias para los pacientes", ha apuntado el jefe de la Unidad de Endoscopias Digestivas, Juan Antonio Casellas.
Sin embargo, "esta primera prótesis que se acaba de implantar a un paciente está preparada para ser colocada endoscópicamente, de forma mínimamente invasiva", ha continuado Casellas, quien ha realizado este procedimiento junto al adjunto de la citada Unidad, José Ramón Aparicio.
Los profesionales consideran que esta nueva prótesis será de gran utilidad para el manejo de las complicaciones del trasplante hepático
Frente a la radiología intervencionista, esta técnica reduce las complicaciones de la intervención, ya que evita el uso de drenajes en la pared abdominal y, con ello, disminuyen las posibilidades de infección. También requiere una menor estancia hospitalaria, dado que el paciente se puede ir de alta a las 24h. "En definitiva, supone una mejora de la calidad de vida del paciente que recibe una prótesis biliar", ha señalado.
Las prótesis biliares biodegradables se utilizan desde hace unos años en la especialidad de Digestivo, tanto para patología de esófago, como de colon y en vía biliar, como pueden ser estenosis (estrecheces) y lesiones benignas o tumorales de los conductos biliares, los cuales se encuentran entre el hígado, la vesícula biliar y el intestino delgado.
La prótesis o 'stent' es un tubo de pequeñas dimensiones que se utiliza precisamente para abrir una obstrucción en el tubo digestivo y restaurar el flujo de fluidos, de tal manera que la bilis pueda ser liberada hacia el intestino delgado y ayudar durante la digestión.
En el paciente recientemente invervenido en el Hospital General de Alicante, la prótesis ha permitido derivar un conducto biliar al tubo digestivo, con el objetivo de mantener la permeabilidad de la bilis.
El uso de materiales biodegradables en estos dispositivos tiene la ventaja de que se van degradando hasta desaparecer en un plazo aproximado de seis meses, lo que permite, a su vez, la disminución de procedimientos y problemas añadidos al paciente.
Por último, el jefe de la Unidad de Endoscopias Digestivas ha subrayado que "estas prótesis pueden tener un futuro importante, no sólo en el manejo endoscópico de la patología bilio-pancreática tumoral, sino también en lo que respecta al abordaje de las complicaciones del trasplante hepático".