El Colegio Oficial de Médicos de Valencia continúa sin tomar, hasta el momento, ninguna medida contra las terapias sin base científica, concretamente, al mantener en sus filas a un médico que defiende algunas de las actuales consideradas pseudoterapias.
Y es que el consejero séptimo del Colegio Oficial de Médicos de Valencia es Rafael Torres, quien revalidó su cargo tras las elecciones celebradas en la corporación médica valenciana en el mes de mayo. En su web personal, este médico, también presidente de la Asociación Española de Médicos Naturistas (AEMN), ofrece una serie de terapias sin base científica.
Una de ellas es la ozonoterapia, aplicada por Torres mediante la "insuflación del intestino". La introducción de ozono por vía rectal es un tipo de técnica pseudocientífica que conlleva serios riesgos para la salud de los pacientes. Buena prueba de ello es que una mujer, con una edad comprendida entre los 55 y los 60 años, fue ingresada hace unos días por esta práctica en la UCI del Hospital Universitario Reina Sofía (Córdoba), trasladada con urgencia desde el Complejo Hospitalario de Jaén.
En su web personal, Rafael Torres ofrece una serie de terapias sin base científica
El motivo, según explicaron fuentes sanitarias a Europa Press, fue la introducción de ozono por vía rectal, lo que le generó un neumoperitoneo, una situación en la que el gas presiona las vísceras e impide su normal funcionamiento. El presunto autor de ambos tratamientos es José Jesús Ruiz Joyanes, quien se define en su sitio web como médico naturista y es, así mismo, vicepresidente de la AEMN.
Esta inacción por parte de la entidad que preside la doctora Mercedes Hurtado choca frontalmente con los últimos movimientos de otros colegios profesionales como los de Alicante, Valladolid o Tarragona, donde se muestran activos en la lucha contra las pseudoterapias.
En la misma línea se han posicionado otras corporaciones médicas como la de Zaragoza o Las Palmas, instituciones que se han mostrado beligerantes para evitar que se produzcan actos pseudocientíficos en sus regiones. "Estas prácticas solo contribuyen a generar desconcierto sobre los tratamientos avalados por la evidencia y a empañar la labor de los profesionales cualificados que trabajan, cada día, para mejorar la calidad de vida de los pacientes”, apuntan desde el colegio aragonés.