Cada año se implantan en España 90.000 catéteres doble J. Aproximadamente, el 25% conlleva problemas. La calcificación es una de las principales complicaciones asociadas al uso de este dispositivo, que puede conducir a la obstrucción e incrustación del catéter, a un mayor riesgo de infecciones, a la obstrucción de la orina y a la necesidad de una cirugía más compleja para su extracción.
El Hospital Universitari i Politècnic La Fe de València participa en un ensayo clínico pionero para prevenir la calcificación del catéter doble J, un dispositivo tubular, con un diámetro pequeño, de diferentes materiales como la silicona, que se implanta en los pacientes para facilitar el paso de orina del riñón a la vejiga cuando el uréter está obstruido por una piedra u otras causas (malformaciones, trasplante renal, tumores...), así como prevenir dicha obstrucción. El catéter puede llevarse desde unos días, semanas o meses hasta incluso de por vida.
Es un estudio multicéntrico, aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo. El Hospital La Fe es uno de los nueve hospitales de referencia en el tratamiento de la litiasis urinaria y endourlogía en España, que ha sido elegido para el reclutamiento de 105 pacientes portadores de estos dispositivos.
En el estudio también participan el Hospital Universitari de Bellvitge, el Complejo Hospitalario de Santiago de Compostela, la Fundació Puigvert, el Hospital Universitario de Valme de Sevilla, entre otros
En el estudio también participan el Hospital Universitari de Bellvitge, el Complejo Hospitalario de Santiago de Compostela, la Fundació Puigvert, el Hospital Universitario de Valme de Sevilla, el Hospital Universitario La Paz de Madrid, el Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid, el Hospital Universitario San Cecilio de Granada y el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo.
UN PROBLEMA FRECUENTE
La calcificación del catéter doble J es un problema frecuente que depende, fundamentalmente, de una escasa ingesta hídrica por parte del paciente y de alteraciones en su pH urinario. Según el doctor Alberto Budía, jefe de sección de la Unidad de Litotricia y Endourología del Hospital Unversitari i Politècnic La Fe, "disponer de un dispositivo que permita controlar de forma diaria el pH urinario del paciente portador de un catéter doble J y la posibilidad de modificarlo mediante un tratamiento médico para mantenerlo en un rango de seguridad, reducirá la incidencia de esta complicación y mejorará la sensibilización del paciente con este problema. Los resultados de este ensayo clínico aportarán un mayor peso a la evidencia científica actual".