La Sociedad Valenciana de Nefrología tiene nueva presidenta. Eva Cotilla de la Rosa asume el reto con energía, un equipo renovado y un enfoque claro: la colaboración interdisciplinar y la atención centrada en el paciente. Con una trayectoria destacada en el ámbito de la nefrología, especialmente en la prevención y el tratamiento de la enfermedad renal crónica, Cotilla de la Rosa también ha liderado iniciativas innovadoras como el programa de acceso vascular con consulta especializada.
En una entrevista concedida a ConSalud.es durante sus primeros días en el cargo, la nueva presidenta detalla sus principales objetivos, los desafíos de la especialidad y la importancia de la detección precoz, además de reflexionar sobre el papel de las mujeres en la nefrología y la necesidad de garantizar una atención equitativa para todos los pacientes.
¿Cómo afronta esta nueva etapa como Presidenta de la Sociedad Valenciana de Nefrología? ¿Cuáles son los principales objetivos y prioridades?
Estoy muy contenta, pero también es un reto. El presidente anterior estuvo ocho años en el cargo, y en parte fue porque no había un relevo. Han realizado muchos avances, como el desarrollo digital con el canal de YouTube, que es una plataforma de formación accesible a todos los nefrólogos, y también han tenido un alto caché investigador. Creo que esa es una de las razones por las que no ha sido fácil encontrar un sucesor, porque se ha hecho mucho trabajo.
Mi enfoque es diferente. He asumido la presidencia con un equipo para renovar la junta. Mi objetivo es crear un sello personal, por eso, cada año quiero tener un lema corporativo. Este año, el lema es "Juntos con un propósito", que refleja la importancia de la colaboración. En el primer congreso que organizamos en febrero, invité a la enfermería para honrar su labor junto a la de los médicos. Fue un éxito, ya que tuvimos una gran participación de profesionales de enfermería. El foco debe estar siempre en el bienestar del paciente, y esa es mi prioridad. Lo más importante es siempre tener el foco en el paciente. Si mantenemos esa visión, podemos superar cualquier desafío.
A lo largo de su trayectoria ha trabajado en la prevención y tratamiento de la enfermedad renal crónica. ¿Cuáles considera que son los principales desafíos actuales en nefroprotección?
El principal desafío es que, ahora que se ha hecho más eco sobre la enfermedad renal, es crucial implementar un sistema de cribado en todos los departamentos. A día de hoy, con una simple analítica de sangre y orina, podemos diagnosticar la enfermedad renal crónica, pero aún hay pacientes no diagnosticados. Necesitamos mejorar nuestras herramientas y colaborar con Atención Primaria, que son la base de la pirámide para detectar a los pacientes y poderlos ayudar.
“El reto fundamental es la detección precoz y el cribado poblacional”
Afortunadamente, en los últimos cinco años hemos avanzado desde una enfermedad incurable hacia un tratamiento que, si se detecta a tiempo, puede retrasar la necesidad de diálisis o trasplante. Si un paciente sigue las recomendaciones y tratamientos adecuados, en algunos casos podría fallecer de otra causa antes de llegar a necesitar diálisis. Por eso, el reto fundamental es la detección precoz y el cribado poblacional. En mi hospital, el Hospital de Vinalopó en Elche, este es el primer objetivo que tengo: detectar y ayudar a los pacientes, especialmente a los de alto riesgo. La detección precoz no solo mejora la calidad de vida, sino también la cantidad de vida. Es fundamental, como mencionabas, tanto en calidad como en cantidad de vida.
Ha liderado un programa pionero en acceso vascular con consulta multidisciplinar y ecografía doppler. ¿Qué impacto ha tenido esta iniciativa en la atención a los pacientes y qué mejoras han logrado?
Sí, en mi hospital hemos trabajado mucho en la humanización de la hemodiálisis. Este tratamiento, que es el más común para los pacientes que requieren tratamiento renal sustitutivo, puede ser muy duro, ya que implica pasar cuatro horas, tres veces por semana, conectados a una máquina. En nuestro hospital intentamos que los pacientes se sientan lo más cómodos posible durante esas sesiones.
Uno de los aspectos clave es el acceso vascular, que es la "conexión a la vida". El acceso vascular más utilizado es la fístula, que permite acceder a las venas y arterias del paciente para realizar la diálisis. Sin embargo, muchos cirujanos vasculares no le dan la importancia que merece. He trabajado para sensibilizar a los cirujanos de mi hospital, colaborando con ellos en el mapeo antes de las intervenciones para asegurar que las fístulas sean exitosas. Además, mantenemos una estrecha vigilancia de las fístulas, colaborando con radiólogos intervencionistas en caso de que se produzcan complicaciones. He cuidado la conexión a la diálisis, que es la conexión a la vida, porque al final los pacientes tienen que conectarse tres veces por semana y es muy importante para mantener esa función renal, que es vital.
Sostiene que es fundamental garantizar el acceso equitativo a la atención nefrológica. ¿Cuáles son las principales barreras que impiden esta equidad y qué estrategias plantea para superarlas?
Este es un tema que me motiva mucho. Desde mi posición, tengo la oportunidad de trabajar con la consellería para mejorar la dotación de personal en los servicios de nefrología de la Comunidad Valenciana. La nefrología es una especialidad de alta complejidad, y un buen reclutamiento de datos de todos los hospitales nos permitirá evaluar los servicios y trabajar por una atención nefrológica equitativa, independientemente del lugar donde se encuentren.
“La equidad en la atención tanto en prestaciones como en dotación de personal, viva donde viva el paciente, es una de mis prioridades”
Por ejemplo, en la provincia de Alicante, donde la dotación de personal ha sido históricamente menor, es vital asegurar que los pacientes tengan acceso a los mismos recursos y calidad de atención, independientemente de dónde vivan. La equidad en la atención, tanto en prestaciones como en dotación de personal, es una de mis prioridades.
¿Qué papel juega la colaboración multidisciplinar en la mejora del tratamiento de los pacientes?
La colaboración multidisciplinar es clave. Los pacientes a menudo tienen múltiples patologías, como hipertensión, obesidad o insuficiencia cardíaca, que se combinan con la enfermedad renal. Por eso, es fundamental trabajar juntos con cardiólogos, endocrinos, internistas y médicos de Atención Primaria. El objetivo es común: mejorar el tratamiento de los pacientes y reducir el riesgo cardiovascular, que es una de las principales causas de la enfermedad renal.
¿Cómo ha evolucionado la nefrología en los últimos años, especialmente en lo que se refiere a avances tecnológicos y tratamientos?
La principal evolución ha sido el enfoque en la prevención. La enfermedad renal crónica ha estado tradicionalmente estigmatizada como una enfermedad incurable, pero hemos cambiado el foco hacia la prevención.
“Hemos avanzado en el tratamiento de enfermedades renales específicas con más opciones terapéuticas”
Los avances tecnológicos, como los biosensores en la diálisis y los nuevos fármacos para reducir los efectos secundarios de los corticoides en los trasplantes, han mejorado la calidad del tratamiento. Además, hemos avanzado en el tratamiento de enfermedades renales específicas con más opciones terapéuticas. Sin embargo, la prevención sigue siendo el área más importante, ya que la prevalencia de la enfermedad renal afecta a un porcentaje elevado de la población.
Destaca la importancia de inspirar a más mujeres jóvenes en el ámbito médico. ¿Qué retos cree que enfrentan las mujeres en especialidades como la nefrología y qué cambios serían necesarios para avanzar en igualdad?
Creo que las mujeres, especialmente las que son madres, a veces se sienten como si estuvieran en desventaja en su carrera profesional. A menudo, la maternidad se ve como un obstáculo, pero yo lo veo como una oportunidad para hacer una pausa, disfrutar de la familia y luego regresar con más fuerzas. Yo soy madre de tres hijos y he experimentado ese parón en mi vida. Para mí, eso no ha sido un freno, sino una fuente de motivación.
Mi mensaje para las mujeres jóvenes es que miren hacia adelante y no vean la maternidad como un obstáculo insuperable. El momento puede llegar y es importante aprovechar las oportunidades. En mi experiencia, he podido compaginar mi carrera profesional con mi vida familiar y, por eso, creo que las mujeres pueden tener una carrera exitosa en nefrología y otras especialidades médicas.