Investigadores e investigadoras del Instituto de Investigación de La Fe han demostrado que existe un aumento de la grasa que envuelve el miocardio en víctimas de muerte súbita por cardiopatía isquémica. El estudio, que ha sido publicado por la Revista Española de Cardiología, profundiza en el papel de la grasa epicárdica como promotor de este tipo de enfermedades centrándose no sólo en su espesor, sino en el perfil de expresión de los miARN que podrían influir en su desarrollo.
Los miARNs son pequeñas moléculas de ARN no codificante que permiten la comunicación entre las células modulando su actividad, y están siendo estudiados en diversas patologías para comprender mejor su evolución. El grupo de investigación en Cardiopatías familiares, muerte súbita y mecanismos de enfermedad (CaFaMuSME ) del IIS La Fe cuenta con acreditada experiencia en el estudio de estos ARN no codificantes.
Para llevar a cabo la investigación, el equipo forense del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Valencia ha recogido muestras de 155 autopsias de víctimas de muerte súbita cardíaca por enfermedad coronaria y de 84 individuos fallecidos por muerte súbita no causada por este tipo de enfermedad a modo de control. Con estos tejidos, científicos y científicas del IIS La Fe han realizado un análisis para establecer las diferencias de las muestras de afectados por muerte súbita que podrían explicar el desencadenamiento fatal.
El trabajo lo ha desarrollado el grupo de investigación en Cardiopatías Familiares, Muerte Súbita y Mecanismos de Enfermedad del IIS La Fe
El estudio ha detectado cómo los componentes del tejido adiposo del miocardio afectan al tejido subyacente. De este modo, la grasa epicárdica en individuos afectados por una enfermedad coronaria evidencia que, de entre los 28 miARNs que se encontraban diferentemente expresados en pacientes, el aumento de los miR-34a-3p y -34a-5p demostró una gran capacidad para distinguir entre pacientes de controles independientemente de la edad, el grosor de la grasa y las mediciones antropométricas. Además, el aumento del miR-34a-5p se correlacionó significativamente con los niveles de este miARN a nivel hepático.
La doctora Aitana Braza, autora del artículo, destaca la importancia de esta correlación ya que, como publicó el grupo en 2016 en la revista Liver International, el miR-34a-5p también se encontraba aumentado en el hígado de fallecidos por muerte súbita por cardiopatía isquémica, lo que permite comprender mejor los mecanismos que relacionan el hígado graso con este tipo de muerte súbita.