El crecimiento del gasto farmacéutico del año 2019 se ha reducido hasta situarse por debajo del 2% (1,97%), frente al incremento registrado en 2018 (2,56%), lo que supone un ahorro cercano a los 8 millones de euros
A esta reducción han contribuido las diferentes medidas implementadas por la Consejería de Sanidad Universal y Salud Pública, entre ellas el nuevo modelo de planificación de recetas puesto en marcha en noviembre de 2019.
Este nuevo modelo no incorpora los antiguos calendarios de dispensación y anula la caducidad de las recetas dentro de su período de vigencia, es decir, apuesta por mejorar la flexibilidad a la hora de dispensar los tratamientos prescritos.
A esta reducción han contribuido las diferentes medidas implementadas por la Consejería de Sanidad Universal y Salud Pública
De esta manera, el nuevo modelo de planificación de recetas se ha diseñado para que los pacientes tengan disponibles sus tratamientos y los retiren cuando los precisen, consiguiendo con ello favorecer e incrementar su autonomía y responsabilidad de la propia gestión de sus tratamientos farmacológicos, uno de los objetivos del IV Plan de Salud de la Consejería.
Tras la implementación de estas medidas, en el mes de noviembre en el que empezó a funcionar el nuevo modelo de dispensación de recetas, se ha conseguido una importante reducción tanto del gasto global cercano al 5% (-4,6%), como del número de recetas (-3,7%).
En concreto, las principales novedades del nuevo modelo de dispensación de los tratamientos son que la receta no caducará durante el período de prescripción por parte del médico, que se podrá retirar cuando se necesite, sin tener que estar pendiente del calendario, así como que no es necesaria la retirada de todos los medicamentos disponibles en la receta, sino sólo de los que sea necesario, cosa que además permite incrementar la seguridad al no acumular envases de medicamentos en el domicilio del paciente
OTRAS MEDIDAS IMPLEMENTADAS
El compromiso del Gobierno de la Comunidad Valenciana con el control del déficit público ha requerido de un gran esfuerzo para mantener las prestaciones y los derechos de los valencianos y valencianas, sin superar las tasas de referencia de contención de gasto pactadas, incluso cuando el actual modelo de financiación autonómica es insuficiente y poco equitativo.
En el ámbito del gasto farmacéutico, las medidas encaminadas a incrementar la eficiencia se ven reflejadas en el indicador denominado "gasto por receta", que presenta variaciones negativas desde el mes de febrero de 2019 respecto a años anteriores. En concreto, estas variaciones oscilan entre el -0,11% del mes de marzo al -1,21% del mes de junio de 2019.
A su vez, en el ámbito sanitario, la Comunidad Valenciana se encuentra adherida al instrumento de apoyo a la sostenibilidad del gasto sanitario previsto en el artículo 113 de la Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad.
El gasto farmacéutico es uno de los apartados que mayor peso tiene en los presupuestos de la Generalidad Valenciana y requiere una gestión que permita disponer de la mayor cobertura de prestaciones y, a la vez, contener el crecimiento
El gasto farmacéutico es uno de los apartados que mayor peso tiene en los presupuestos de la Generalidad Valenciana
En los últimos cuatro años, la política farmacéutica en la Comunitdad Valenciana se ha caracterizado por ofrecer la mayor y mejor de las coberturas para los ciudadanos. Así, se han recuperado derechos previos, como son la exención del copago farmacéutico a las personas de mayor vulnerabilidad económica.
La Comunidad Valenciana fue pionera y lideró el acceso a los tratamientos para la hepatitis C, al igual que la financiación de los sistemas de monitorización de glucosa en pacientes diabéticos. Todo ello se ha realizado al mismo tiempo que se han incorporado las novedades terapéuticas necesarias para abordar, por ejemplo, el tratamiento del cáncer, las enfermedades raras, la diabetes o el dolor.
La incorporación de estas prestaciones está asociada a un coste muy importante que solo puede ser satisfecho mediante una política y una gestión eficiente dirigida a proporcionar la mejor atención y el mayor beneficio a los pacientes, basada en las mejores prácticas, en la mayor evidencia, en el compromiso de los y las profesionales, en la autonomía y responsabilidad de la ciudadanía y en la transparencia y rendición de cuentas.
Así, se han desarrollado líneas de actuación dirigidas a que los sistemas de información favorezcan y asistan a los profesionales y se han rediseñado indicadores y objetivos, para los profesionales y los equipos directivos en los Acuerdos de Gestión, para que sean medibles y realistas.
Por último, hay que resaltar la gran labor de los departamentos y los facultativos en la selección, identificación y utilización de los productos más idóneos y eficientes para los pacientes.