La Comunidad Valenciana confirma el contagio de Fiebre del Nilo Occidental en una mujer de 72 años

La mujer acudió al hospital tras presentar sintomatología y, tras la evolución favorable, recibió el alta hospitalaria.

Imagen de archivo de investigadores de la UEx que estudian el mosquito que transmite el virus del Nilo. (Foto: Europa Press)
Imagen de archivo de investigadores de la UEx que estudian el mosquito que transmite el virus del Nilo. (Foto: Europa Press)

La Consejería de Sanidad Valenciana ha confirmado al Ministerio el primer caso humano de Fiebre del Nilo en la Comunidad. Se trata de una mujer de 72 años que acudió al hospital en el municipio de Puçol tras presentar síntomas. Más tarde, el Centro Nacional de Microbiología confirmaba el contagio del virus del Nilo.

La paciente recibió el alta el pasado9 de agosto tras la evolución favorable de los síntomas que presentó al acudir al hospital, según ha informado a Europa Press la Consejería de Sanidad de Valencia. Sin embargo, no ha sido hasta más tarde, tras iniciarse las actuaciones de vigilancia a raíz de la declaración por parte de Agricultura de un caso de esta patología en un caballo, cuando surgió la sospecha de que esos síntomas que presentaba la afectada podían corresponder a la enfermedad del virus del Nilo, un extremo que ahora ha sido confirmado.

La vigilancia entomológica comenzó en la Comunidad el pasado 24 de julio tras confirmarse un caso del virus del Nilo en un caballo

Este es el primer caso humano que se detecta en la Comunitat Valenciana, como consecuencia de las actuaciones de vigilancia epidemiológica y entomológica y dentro del Programa de Vectores de relevancia en Salud Pública de la Comunitat Valenciana y, más específicamente, siguiendo el Protocolo para la Vigilancia y Control de la Fiebre del Nilo Occidental de la autonomía. Se trata de una enfermedad infecciosa transmitida por picadura de mosquitos que no se transmite entre humanos.

DETECTADA EN UN CABALLO

En este caso, las actuaciones de vigilancia y control entomológico en mosquitos se iniciaron el 24 de julio tras la declaración por parte de la Conselleria de Agricultura de un caso en un caballo de la zona. Posteriormente, se relacionaron con esta enfermedad los síntomas que presentaba esa paciente, un extremo que ha sido confirmado este mismo jueves con los análisis de Microbiología.

Desde la Dirección General de Salud Pública se ha realizado la localización de posibles focos larvarios, se ha aplicado tratamiento larvicida y se han identificado posibles orígenes y refugio de mosquitos adultos mediante trampas instaladas en el municipio de Puçol.

En esta vigilancia entomológica realizada en las zonas próximas al caso o bien no se ha detectado el mosquito transmisor (C. pipiens) o bien todos los resultados han sido negativos en el análisis realizado por RT-qPCR para la detección de la circulación del virus en poblaciones de mosquitos del género Culex.

REFUERZO DE LA VIGILANCIA

Según explican desde la Consejería de Sanidad, de acuerdo con el Programa de Vigilancia de la Generalitat, se ha realizado un "refuerzo" de las medidas de vigilancia y control vectorial en la localidad de Puçol, para lo cual se cuenta con el servicio de control entomológico de la Dirección General de Salud Pública. Las autoridades locales y de los municipios colindantes han sido informadas "en todo momento" de las medidas a adoptar.

La infección producida por el Virus del Nilo Occidental es en el 80 por ciento de los casos asintomática o leve y únicamente el 1% presenta enfermedad neuroinvasiva. En España, se ha notificado previamente un caso confirmado en humanos en Andalucía.

Entre las medidas preventivas individuales destaca el uso de mosquiteras o evitar aguas estancadas, entre otras

Desde la Consejería se indica la necesidad de que la población mantenga medidas preventivas para evitar picaduras de mosquitos en las horas de mayor actividad de las especies transmisoras de esta enfermedad --cercanas al amanecer y posteriores al atardecer-- tanto individuales como domésticas, sobre todo para la población vulnerable con inmunidad comprometida y así reducir "de forma relevante" las probabilidades de transmisión.

Entre las individuales, se incluye el uso de repelentes registrados de uso tópico y ropa clara y que cubra la mayor parte de la piel y, entre las domésticas, el uso de mosquiteras, evitar aguas estancadas o la utilización de repelentes ambientales.

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