El CESM de Valencia ha denunciado ante la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana las presiones que sufren los facultativos para utilizar sus coches propios o taxis para atender a los pacientes en sus domicilios tras la entrada en vigor del nuevo convenio de ambulancias el pasado 1 de agosto, según informa este sábado el diario El Mundo.
De esta forma se ejecuta una medida que el propio CESM de la Valencia ya anunció el pasado 2 de agosto a través de un comunicado. “Pedimos a los médicos que recojan por escrito, ordenes, incidencias, etc. y las comuniquen al sindicato” porque “las pondrá en conocimiento de Trabajo y denunciará las presiones”, indica el texto.
En la misma misiva, la organización presidida por Andrés Cánovas Martínez recuerda que según las ofertas de empleo público (OPE) “los médicos no tienen por qué estar capacitados para conducir” por tanto, “no pueden ser forzados a utilizar vehículos que no son suyos en ningún caso”.
El nuevo convenio impide que los profesionales sanitarios que desarrollan su labor en los Puntos de Atención Continuada (PAC) de Atención Primaria puedan utilizar las ambulancias
Esta situación se producido debido a que el nuevo convenio impide que los profesionales sanitarios que desarrollan su labor en los Puntos de Atención Continuada (PAC) de Atención Primaria utilicen el Transporte No Asistido (TNA) para atender los avisos domiciliarios. En estos casos, desde CESM aconsejan coger siempre un taxi hasta que la Consejería de Sanidad Valenciana adopte nuevas medidas.
Por su parte, el departamento que dirige Ana Barceló aseguró la semana pasada que se habían habilitado los medios necesarios para evitar que la huelga de taxis afecte a los facultativos que tengan desplazarse para atender a los pacientes en sus casas aunque insisten en que se “trata de una medida temporal”.