La reducción de la jornada laboral en Sanidad hasta las 35 horas semanales ha venido siendo una de las principales reivindicaciones históricas de los colectivos médicos durante los últimos años. Tal es así, que las sucesivas protestas y huelgas de facultativos que recorrieron el país a finales de 2022 y comienzos de este año, granjearon este compromiso por parte de la mayoría de Gobiernos autonómicos. De este modo, se trata de un medida de reducción horaria comprometida en la práctica totalidad de las CC.AA., a excepción de Cataluña y Madrid –todavía pendiente-.
Una de las regiones que alcanzó este acuerdo de 35 horas de jornada fue la Comunidad Valenciana. La Consejería de Sanidad del anterior Gobierno, encabezada por Miguel Mínguez, pactó con la mayoría de sindicatos la instauración progresiva y "completamente efectiva" de la misma a partir de enero de 2025. Un acuerdo del que el Sindicato Médico de la región (CESM-CV) se desmarcó al no recoger una aplicación inmediata ni adaptada a los periodos de trabajo semanales de lunes a viernes. Circunstancia que ahora, con el nuevo responsable sanitario, Marciano Gómez, parece poder cambiar.
Adaptar la jornada obligatoria en el periodo de lunes y viernes “permite una conciliación familiar, como ocurre en casi todos los trabajos”
Recientemente el actual consejero de Sanidad ha avanzado que tiene entre sus planes revisar el "mal llamado" acuerdo de la jornada laboral de 35 horas alcanzado la pasada legislatura. Al respecto, Gómez señaló que "lo que se acordó fue la reducción de 11 jornadas de forma paulatina hasta el año 2025" y "no una reducción de la jornada a 35 horas semanales de lunes a viernes con los objetivos de conciliación familiar y descansar 48 horas a la semana". Unas declaraciones que van, precisamente, en la línea de la estrategia planteada por el sindicato médico de la región.
La propia secretaria provincial de CESM, Pilar Valero, ha trasladado a ConSalud.es su satisfacción por que este planteamiento que ha llegado desde el responsable sanitario –todavía por concretar de manera efectiva- responde a lo que “desde nuestro colectivo pedíamos como una de nuestras reivindicaciones”, pues el hecho de adaptar la jornada obligatoria en el periodo de lunes y viernes “permite una conciliación familiar, como ocurre en casi todos los trabajos”. De esta manera, se dotaría a los ciudadanos de la necesaria asistencia los sábados y los domingos, pero en el marco de una "guardia extraordinaria”.
“El actual acuerdo se refería a una jornada de 35 horas semanales, pero en realidad lo que se estaba ofertando era una reducción de la jornada anual"
Esta exigencia es la que llevó el pasado mes de marzo al sindicato médico a no rubricar su firma en el acuerdo con el anterior consejero valenciano. “El actual acuerdo se refería a una jornada de 35 horas semanales, pero en realidad lo que se estaba ofertando era una reducción de la jornada anual de una forma progresiva -este año tres días- hasta conseguir finalmente en 2025 los 11 días de libre disposición a lo largo del año, no se hablaba de que fueran en jornada laboral de lunes a viernes”, aclara la secretaria de CESM-CV. Por tanto, el texto calculaba un prorrateo de 35 horas semanales al año, aunque no necesariamente con semanas en este horario.
Un acuerdo llevado adelante por Miguel Mínguez en la anterior legislatura, que, por otra parte, “carece de vigencia al no estar publicado oficialmente”, indica Valero. Por tanto, en los parámetros actuales marcados por el consejero de Sanidad recientemente elegido, Marciano Gómez, sí parece probable que CESM-CV pueda estar conforme con la iniciativa de reducción de jornada. “Al menos en las conversaciones que hemos mantenido con el actual responsable, sí percibimos que va en la misma línea de lo que nos planteábamos conseguir; 35 horas de lunes a viernes”, destaca.
“No sabemos todavía cómo se va a ejecutar este asunto. Entendemos que su puesta en marcha en 2023 resultaría complicada de organizar, pero nos gustaría que pudiera darse en 2024"
El propio consejero de Sanidad de la Comunidad Valenciana advertía también que la reducción de jornada, tal y como estaba planteada, “genera un déficit clarísimo de personal cuando en estos momentos hay 750 plazas presupuestadas que no podemos cubrir y un déficit en la asistencia sanitaria en estos días". Una incidencia que Gómez deberá también reevaluar de cara a la nueva propuesta para dotar a los sanitarios de esta turno laboral de 8.00 a 15.00 horas en días laborables, sin por ello incidir en una mayor carencia de efectivos en plantilla.
Desde el sindicato de facultativos esperan que puedan concretarse los antes posible estos pormenores. Una de las mayores reclamaciones de los médicos en los últimos años está en juego. “No sabemos todavía cómo se va a ejecutar este asunto. Entendemos que su puesta en marcha en 2023 resultaría complicada de organizar, pero nos gustaría que pudiera darse en 2024 y recogerse en los presupuestos. Ahí se podrían aprobar, porque sabemos y reconocemos que esto supone una sobrecarga económica importante para la Generalitat”, concluye la secretaria de CESM-CV.