El Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (Cecova) y los colegios de Enfermería de Alicante, Castellón y Valencia, han querido expresar su "rechazo" a las "pretensiones de privatización" de parte del sistema sanitario público en beneficio del servicio privado de las oficinas de farmacia en "clara connivencia" entre este y la Consejería de Sanidad Universal y Salud Pública.
Una privatización, apuntan, que ya se ha empezado a llevar a cabo con la puesta en marcha del programa Domi-EQIFar, "lo que contrasta y resulta un contrasentido con la satisfacción expresada por la propia consejera, Carmen Montón, por la vuelta a la gestión pública del Hospital de Alzira, cuando aquí de lo que se trata es de una externalización de servicios de lo público a lo privado".
"El que los usuarios del sistema sanitario público tengan que pagar por este servicio choca frontalmente con la universalidad y accesibilidad de la sanidad pública"
"Desde la Organización Colegial de Enfermería de la Comunidad Valenciana queremos llamar la atención sobre el hecho de que la pretendida universalidad y accesibilidad del sistema sanitario público hace aguas con este tipo de medidas, que suponen que se deje de contar con las enfermeras y médicos del sistema sanitario público en beneficio del sector privado de las oficinas de farmacia. El que los usuarios del sistema sanitario público tengan que pagar por este servicio choca frontalmente con la citada universalidad y accesibilidad de la sanidad pública. Con el agravante, además, de que esto sucede para paliar la caída en los ingresos de las oficinas de farmacia", afirman.
Junto a ello, manifiestan, "resulta llamativo" que mientras que las enfermeras tienen su principal ámbito de actuación en la Atención Primaria, contando además con una especialidad específica en este campo, la de Enfermería Familiar y Comunitaria, la autodenominada 'farmacia comunitaria asistencial' es un movimiento que "carece de respaldo legal alguno y de competencias propias" y, detrás del cual, "lo que hay es un objetivo mercantilista puro y duro".
Los enfermeros y médicos especialistas en Medicina y Enfermería Familiar y Comunitaria cuentan con el respaldo y aval de una regulación legislativa y un plan de estudios oficial aprobado por las autoridades sanitarias, mientras que los farmacéuticos que "erróneamente se autodenominan 'comunitarios asistenciales', se autocalifican como tal sin tener título oficial, ni normativa aplicable, ni control alguno de la Administración sanitaria". Unas circunstancias, indican, que les llevan a estudiar "si se podría estar incurriendo en intrusismo profesional".