Ana Barceló, consejera de Sanidad de la Comunidad Valenciana, saca pecho en la gestión del sistema de salud de la pandemia y pone como reto mejorar la calidad asistencial y reforzar la Atención Primaria y la investigación.
¿Qué balance sanitario hacen de este 2020?
Ha sido un año en el que, por una parte, se ha puesto de manifiesto la necesidad de continuar reforzando el sistema de salud y acometer las reformas necesarias. Y, por otra, ha quedado demostrado que, a pesar de las carencias de nuestro sistema, no sin ciertas tensiones, el sistema público de salud ha sido capaz de resistir una presión como nunca se había sufrido en las últimas décadas, gracias a la dedicación y esfuerzo de los profesionales que forman parte del mismo.
Además, la irrupción de la pandemia ha supuesto un cambio en la percepción que la ciudadanía tenía de la sanidad. La salud ha pasado a ser la principal preocupación de las personas y se ha tomado conciencia de la importancia de contar con unos servicios públicos que den respuesta a las necesidades de las personas.
La llegada de la pandemia ha supuesto un revés para el Sistema Nacional de Salud. ¿Qué cambios deberían llevarse a cabo?
En general, el sistema sanitario español ha resistido el envite de la pandemia. De igual forma estoy satisfecha de cómo se ha llevado a cabo la cogobernanza y la coordinación entre las distintas comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad, pero es cierto que tenemos retos comunes que debemos afrontar desde el conjunto del sistema, como es la mejora de la calidad asistencial, el refuerzo de la Atención Primaria o la investigación. Y, sobre todo, alcanzar una suficiencia financiera que nos permita, a todo el sistema, afrontar los retos del futuro con plenas garantías y en condiciones de igualdad y equidad.
¿Cuáles han sido las lecciones aprendidas hasta ahora con la llegada del nuevo coronavirus?
Una de las lecciones principales ha sido la humildad. Nos hemos enfrentado a una situación totalmente desconocida de imprevisibles consecuencias que nos ha hecho tomar conciencia de la fragilidad de la vida y de la necesidad de replantearnos cuestiones que hasta el momento no poníamos en duda. Hemos aprendido también que debemos cuidar a quienes nos cuidan.
“Se ha hecho una apuesta decidida por la telemedicina dotando de medios tanto a la Atención Primaria como la especializada con el fin de prestar una atención sanitaria de calidad con las máximas garantías”
Igualmente, se ha puesto de manifiesto la necesidad de contar con unas infraestructuras más flexibles que permitan que los espacios sanitarios puedan adecuarse para prestar diferentes usos asistenciales, pudiendo reconvertirse de forma rápida en función de las necesidades de cada momento.
Por último, creo que todos coincidimos en que la aparición de vacunas efectivas contra la COVID-19 nos permite vislumbrar el final de la pandemia, y si esto es posible es gracias a la investigación, y el impulso y apoyo a la labor investigadora de nuestros profesionales debe ser una prioridad para el futuro.
La tecnología sanitaria tiene cada vez más fuerza, tanto en el ámbito de la investigación como en el abordaje del paciente. ¿Qué acciones se están llevando a cabo desde la Consejería en este ámbito?
La necesidad de adaptar la asistencia sanitaria a los protocolos de prevención y seguridad para proteger a pacientes y profesionales ha servido para acelerar la transformación de la atención a los pacientes. Así, se ha hecho una apuesta decidida por la telemedicina dotando de medios tanto a la atención primaria como la especializada con el fin de prestar una atención sanitaria de calidad con las máximas garantías e incrementando la eficiencia en el uso de los recursos técnicos y humanos.
Por otra parte, llevamos tiempo apostando firmemente por la investigación y la alta tecnología en la asistencia sanitaria. Así, en estos momentos estamos desarrollando dos proyectos de investigación, uno dirigido al PET-T de última generación, y otro relacionado con la utilización del big data en materia de diagnóstico, tratamiento y seguimiento de patologías. Además, hemos culminado la instalación de los equipos de alta tecnología donados por la Fundación Amancio Ortega y hemos iniciado las actuaciones para la instalación de un Gamma Knife en el hospital Clínico de Valencia.
¿Cuáles van a ser los principales objetivos para 2021?
Somos conscientes de que la pandemia, por desgracia, no va a desaparecer a corto plazo, por lo que nuestros esfuerzos se centran en transformar el modelo asistencial, tanto a nivel de infraestructuras como de recursos humanos, con el fin de crear una estructura más flexible que nos permita adaptar el sistema a las necesidades del momento.
Estamos en un proceso de redimensionamiento de la plantilla y de elaboración de un ambicioso plan de infraestructuras, con el fin de poder desarrollar la prestación asistencial en un contexto de convivencia con la pandemia, de modo que se pueda continuar con la actividad quirúrgica y asistencial garantizando la seguridad de profesionales y pacientes. Todo ello sin dejar de lado otro de los retos que tenemos a corto plazo, que es el de la transformación de la atención primaria, como nivel esencial sobre el que se vertebra el sistema sanitario.