La toma de posesión de Ximo Puig como presidente de la Comunidad Valenciana, prevista para este domingo tras ser investido por las Cortes, estará acompañada también del anuncio de los componentes de su próximo Gobierno. Se espera que haya pocos cambios, al reeditarse el Pacto del Botànic, por lo que crecen las posibilidades de que Ana Barceló siga siendo consejera de Sanidad.
La de Barceló se trata de una de las apuestas más firmes del presidente valenciano. Y es que, la cartera de Sanidad Universal y Salud Pública la seguirá dirigiendo el PSPV-PSOE al tratarse del departamento que más presupuesto maneja de todo el Ejecutivo: más de un 30% del total y en torno a los 6.600 millones de euros.
La actual consejera en funciones lleva tan sólo un año en el cargo, desde que tomó posesión tras sustituir a Carmen Montón en junio de 2018
Por otra parte, la continuidad de la actual consejera en funciones se ve como algo inevitable ya que se ha cumplido tan sólo un año desde que tomó posesión tras sustituir a Carmen Montón en junio de 2018. En este año, Barceló no ha estado involucrada en grandes polémicas, por lo que la opción de Puig de optar por la continuidad suma enteros.
A esta circunstancia hay que sumar que Ana Barceló cuenta con un perfil importante dentro de las filas del PSOE. Ha sido alcaldesa de la localidad de Sax y fue secretaria general del PSPV de la provincia de Alicante. Además, es diputada socialista en las Cortes Valencianas por esta provincia desde el 2011 y ha mantenido un perfil bastante activo durante las campañas electorales.
SIGUIENDO LOS PASOS DE MONTÓN
Tras asumir el cargo, la consejera comenzó siguiendo las líneas marcadas por Montón. Iniciativas como la defensa de la sanidad universal o la eliminación del copagofarmacéutico fueron banderas desde un primer momento. Además, conocida también ha sido la apuesta del Gobierno valenciano de continuar con los procesos de desprivatización sanitaria una vez acaben las concesiones a algunos hospitales.
También ha estado presente en el discurso de Barceló la exigencia al Estado de reformar el sistema de financiación autonómica para blindar la asistencia de servicios públicos como la sanidad. En este sentido, la consejera valenciana ha mantenido un perfil exigente tanto a dirigentes del PP como a sus compañeros del PSOE al considerar que la Comunidad Valenciana está “infrafinanciada”.