La Comunidad Valenciana atendió 400.000 urgencias más en 2022 con respecto a 2021. Unas cifras que retoman, con mayor fuerza, la tendencia ascendente que ya se estaba produciendo antes de la pandemia y que propician una situación sanitaria “incompatible con el modelo de guardias actual, que está caduco”.
Tanto, que una de las razones de este aumento de las personas que acuden a los servicios de urgencias y emergencias está directamente relacionada con el mal estado de la Atención Primaria. “Si la gente pide cita con su médico de cabecera y se la dan para dentro de diez o doce días, al final intentan resolver su problema en urgencias”, explica a ConSalud.es Santiago Diéguez, médico de urgencias del Hospital de San Juan de Alicante.
Las mencionadas cifras aparecen reflejadas en el Informe de Gestión de la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública de la Comunidad Valenciana correspondiente a 2022, y muestran cómo los servicios de urgencias atendieron el año pasado más consultas que en los ocho anteriores. También aumentan, inevitablemente, los ingresos (296.124 en 2022 por 279.212 en 2021), si bien es cierto que, en comparación con el número de consultas atendidas, el porcentaje (12,08%) es menor con respecto a 2021 (13,51%) y 2020, año de la Covid-19 y en el que, aunque por motivos obvios acudió menos gente a urgencias, el 14,83% de ellos acabaron quedándose ingresados en el hospital.
“La complejidad más o menos se mantiene con ese 12% de ingresos, pero hay que reflexionar sobre los motivos por los que hay muchos más pacientes, y yo creo que la situación de la Atención Primaria tiene mucho que ver aquí”, insiste Diéguez. “Muchas veces, Urgencias no es el sitio al que tienen que venir, pero nosotros tampoco podemos dejar de ver a los pacientes que solicitan demanda urgente, así que intentamos cumplir con nuestro papel y, aunque sea, descartar esa urgencia”, añade.
Como se mencionaba al comienzo del artículo, la clave que da el médico para tratar de revertir esta situación, además de mejorar la Atención Primaria, es hacer lo propio con el sistema de guardias. “Está caduco, hay que replantearlo de otra forma. Las guardias que hace cuarenta años significaban estar esperando en el hospital y trabajar cuando se demanda la asistencia, ahora se ha convertido en una asistencia continua desde que empiezas a trabajar y con paradas solo para comer e ir al baño. No hay otra profesión que haga esto”, critica.
“En otros países, comunidades autónomas e incluso en el ámbito privado, funcionan con el trabajo a turnos, como hace enfermería. Ese es el sentido que tendría trabajar en Urgencias, estar 10 o 12 horas durante 1 o 2 días y luego libras otros tantos. Al final, trabajas unas 130 o 140 horas al mes, mientras que lo que hacemos ahora es trabajar en horario convencional de 8 a 15h. o de 15 a 22h. y luego tenemos nuestras guardias de 4 o 5 horas en cualquier momento del día”, explica.
El informe también señala que el presupuesto en sanidad aumentó un 4% en la Comunidad Valenciana en 2022, algo que sin embargo no se ha visto reflejado en una mejor dotación de las Urgencias ni de otras especialidades en general. “Si aumentas el personal de diferentes categorías, pero el número de médicos es el que es porque no se puede aumentar de forma drástica de un año para otro, el cuello de botella sigue existiendo”, denuncia.
“Para poder encadenar ese sistema de turnos habría que ampliar la plantilla considerablemente, y eso no se lo puede plantearde repente ninguna administración, ya no solo por tema económico sino porque no hay gente suficiente. Se produciría un proceso de transición en el que habría que asumir horas extra para poder ir implantando ese sistema de turnos, y entiendo que la administración se encoja de hombros y se pregunte cómo hacerlo”, amplía.
"Trabajar así no tiene ningún futuro para conciliar una vida normal"
Algo que también puede ayudar, sobre todo de cara a solventar esa problemática de quedarse sin gente para cubrir los turnos, sería la creación de la esperada nueva especialidad MIR de Medicina de Urgencias y Emergencias. “Ayudaría en el sentido de la planificación de los recursos. Otras especialidades saben cuántas plazas hay -porque se convocan cada año- y con eso saben cuántos profesionales entran, cuántos terminan, cuántos se jubilan… En Urgencias no hay recambios ni ninguna trazabilidad, y dependemos de que médicos de familia o internos se interesen por ella. Puede ser que un año acaben en Urgencias un 40% de los residentes y al siguiente un 10%, no hay servicio que pueda organizarse así”, se lamenta el médico.
Eso sí, lo que Diéguez tiene claro es que “en algún momento tiene que llegar el cambio”. “Los que llevamos mucho tiempo en esto nos estamos saturando, y las nuevas generaciones que llegan, en cuanto empiezan, ven que trabajar así no tiene ningún futuro para conciliar y tener familia o una vida normal. Te tiene que gustar mucho”, concluye.
LA FE DE VALENCIA, EL HOSPITAL MÁS SATURADO
Otros datos que presenta el informe, en lo relativo a la situación de las urgencias en la comunidad valenciana, tiene que ver con la saturación de sus hospitales en el ámbito asistencial. El Hospital Universitario y Politécnico de La Fe, en Valencia, es el que atiende más urgencias cada día con una media de 577,07, seguido del Hospital Clínico Universitario de Valencia (500,24) y del Hospital General de Alicante (468,91).
Si se compara con la población de la ciudad en la que se ubica cada hospital, La Fe vuelve a presentar los números más elevados: 194,23 urgencias atendidas cada día por cada 100.000 habitantes de la ciudad de Valencia. El segundo y tercer lugar de este ranking lo ocupan, respectivamente, el Hospital de Vinaròs (177,75), al norte de Castellón, y nuevamente el Hospital General de Alicante (161,77).
