La Comunidad Valenciana es una de las regiones españolas que viene apurando la última etapa de su legislatura de cara a las próximas elecciones autonómicas del 28 de mayo. Los primeros comicios tras la pandemia de Covid-19. Durante los últimos cuatro años el departamento de Sanidad Universal y Salud Pública de la Generalitat ha visto pasar a dos titulares diferentes. Con el inicio del nuevo gobierno socialista la hasta entonces consejera, Ana Barceló, mantuvo la confianza del presidente Ximo Puig para seguir al frente de la cartera. Ella fue la encargada de gestionar la alerta sanitaria por la pandemia y su periodo de mayores estragos. Posteriormente, en mayo de 2022, se produjo un cambio en la Consejería a manos de Miguel Mínguez, actual responsable de Sanidad.
Ana Barceló reinició en junio de 2019 su mandato al frente de la Consejería con unos primeros meses marcados por las reclamaciones de los profesionales sanitarios que arrastraban el descontento de su anterior etapa. En esta línea, se agolpaban las quejas en relación a la difícil situación de losServicios de Urgencias Hospitalarias; las largas listas de espera con retrasos de más de 15 días para una cita en Atención Primaria y 66.659 ciudadanos aguardando ser atendidos por especialistas o realizarse una cirugía; o la denuncia de que los MIR se marchaban de la región ante la falta de incentivos y precariedad en los contratos. En este contexto de necesidades de mejora del Servicio de Salud, especialmente en Atención Primaria, terminó el año 2019.
LA COVID-19 SORPRENDE A BARCELÓ
Sin apenas tiempo para asumir la llegada de 2020, el Covid-19, que tan lejano se veía en China meses atrás, terminó llegando a la Comunidad Valenciana. El 25 de febrero se produjo el primer caso de coronavirus confirmado en la región -el cuarto de España- recién llegado desde Italia. Un país que había comenzado a sufrir los duros estragos que pronto alcanzarían al resto de Europa. Así, el 3 de marzo la Generalitat Valenciana hacía público el primer fallecido de los que a la postre fueron 10.426 personas hasta la fecha. Un ámbito en el que este territorio no presenta los peores datos de fallecimientos por Covid-19, siendo la decimosegunda región española en defunciones en proporción a su población.
Supuso que la autonomía se convirtiese en la que más sanitarios contagiados por coronavirus alcanzase, 18.278 desde el 11 de mayo de 2020 hasta el 14 de enero de 2022
Sin embargo, lo inesperado de la situación y la falta de material de protección individual frente a la Covid-19 sí supuso quela autonomía se convirtiese en la que más sanitarios contagiados por coronavirus alcanzase, 18.278 desde el 11 de mayo de 2020 hasta el 14 de enero de 2022. Algo que meses después terminó acarreando una condena al Gobierno valenciano porinfringir la normativa de prevención de riesgos laborales durante la primera oleada del virus.Del mismo modo, la gestión deAna Barcelódepararía otra serie de condenas en relación a la paga extraordinaria no negociada con los sanitarios durante la pandemia, el retraso en la vacunación de los médicos de sanidad privada y la no información a los profesionales sobre la gestión de la crisis.
Durante estos primeros envites de la Covid-19 la medida de choque inicial vino fruto del estado de alarma nacional y el periodo de confinamiento domiciliario de los ciudadanos. Unos meses centrados en bloquear los contagios mientras los sanitarios acometían la difícil labor de salvar vidas ante la explosión de infecciones y la sobrecarga en las UCIs. Tiempo después la consejería se haría cargo de la situación manteniendo las estrictas medidas de uso de mascarillas, cierres perimetrales, limitación de horarios y aforos, o clausura de comercios y hostelería. Los sindicaos sanitarios, que ya estaban beligerantes con Barceló antes de la pandemia, denunciaron carencias en AP y la necesidad urgente de mejorar sus condiciones laborales. Frente a ello, la responsable de Sanidad hizo algunas concesiones antes de terminar el año.
Para 2021 la consejera trasladó a ConSalud.es como objetivos el redimensionamiento de la plantilla y un ambicioso plan de infraestructuras para mejorar la calidad asistencial
La llegada de la vacuna en 2021 sirvió para ir implantando progresivamente la “nueva normalidad”; centrada en la progresiva inmunización de la población desde los más vulnerables hasta la totalidad de los valencianos. Dándose una ida y venida de nuevas olas de contagios que mantuvieron periódicamente las medidas restrictivas. Para 2021 la consejera trasladó a ConSalud.es como objetivos el redimensionamiento de la plantilla y un ambicioso plan de infraestructuras para mejorar la calidad asistencial, tras un año anterior que según remarcó había dejado "la lección de la humildad". Un nuevo periodo en el que los sindicatos le demandaban respuesta a la falta de profesionales y la necesidad de un plan específico de refuerzos de personal en Atención Primaria.
MÍNGUEZ Y LA BÚSQUEDA DE ACUERDOS
El descontento de los sindicatos y el revés de las condenas a la Generalitat por su gestión de la pandemia llevaron a que, en mayo de 2022, Ximo Puig decidiera trasladar la responsabilidad de Sanidad a Miguel Mínguez. El presidente valenciano le encomendó entonces acometer "la mayor reforma de la sanidad pública" una vez superada la pandemia de la Covid-19. Para ello la Comunidad Valenciana duplicó su presupuesto sanitario respecto al año anterior, con un total de 435 millones. Sin embargo, el nuevo consejero pronto tuvo que enfrentar el malestar de los profesionales ante las largas listas de espera, la falta de personal en el SAMU o las saturaciones en Urgencias. Reclamaciones a las que trató de dar respuesta con diferentes propuestas y el aumento de personal a través de OPE.
A lo largo de su estancia al frente de Sanidad el mayor quebradero de cabeza reciente para Mínguez ha sido la amenaza de huelga por parte de los médicos de la región
Como en otras CC.AA., a lo largo de su estancia al frente de Sanidad el mayor quebradero de cabeza para Miguel Mínguez ha sido la amenaza de huelga por parte de los médicos de la región, en búsqueda de mejoras laborales y económicas para el colectivo. Unas negociaciones todavía si cerrar y que han llevado a diferentes jornadas de huelga, la última este pasado lunes 3 de abril. Unos acuerdos de mejora que sí logró alcanzar con la mayoría de sindicatos presentes en la Mesa Sectorial este pasado mes de marzo.
ECOS DE LA REVERSIÓN
Del mismo modo, los efectos de la reversión de hospitales como los de Torrevieja o la Ribera a la gestión pública la pasada legislatura (emprendida por Ximo Puig, con Carmen Montón de consejera) han vivido durante estos años focos de protesta ante la nueva gestión de la Generalitat. Episodios de insatisfacción por parte de sus trabajadores con la que ambos responsables de Sanidad, Barceló y Mínguez, han tenido que lidiar en esta legislatura. Algo que no ha desalentado a los actuales dirigentes políticos para continuar próximamente con este proceso de reversiones en nuevos centros como el de Denia, Manises o Elche.
PENDIENTE DE MEJORA
La radiografía de la Sanidad valenciana nos enseña que, según datos del CIS, la Atención Primaria ha pasado en tres años de ser el servicio asistencial mejor valorado por sus ciudadanos a ser el peor. Del mismo modo, se trató de la tercera CC.AA. con menor número de camas hospitalarias por cada 1.000 habitante en 2022, con 2,39. Además, a pesar del creciente esfuerzo de los últimos años, durante el pasado curso se situó como la quinta región que menos dinero invierte en gasto sanitario. Algunos de los puntos, a la espera de un acuerdo con los facultativos, que el próximo titular de la Consejería valenciana deberá abordar tras las elecciones autonómicas del 28 de mayo.