Pueden pasar más de diez días desde que una mujer recibe la noticia de que en una mamografía o ecografía hay algo sospechoso, hasta que recibe un diagnóstico. Se trata de un periodo de tiempo demasiado extenso que produce ansiedad y estrés a las pacientes. Es lo que se conoce como 'scan-anxiety' y que explica Elena Marrero O'Shanahan, una paciente que superó un cáncer en 2018: "Recuerdo vívidamente las semanas que pasé hasta que mi médico me confirmó que tenía cáncer de mama: la ansiedad, la tristeza, las dudas, el miedo. Fueron muchos días sin dormir, sin poder ser yo misma. Fue inhumano".
Para reducir esta espera que supone un tormento innecesario para las pacientes, el Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela ha optado por trabajar para que ninguna mujer espere más de 24 horas para saber si tiene o no cáncer de mama. En palabras de la especialista en Mama del Servicio de Radiodiagnóstico del hospital, la Dra. Marta Guirado, "las pacientes merecen que hagamos este esfuerzo y asumamos la complejidad de la tarea para reducir esa ansiedad al mínimo. Todo el equipo de Radiología, Ginecología, Anatomía Patológica y Enfermería del hospital ha trabajado como un solo cuerpo para hacer posible pasar de diez días de espera a apenas 24 horas".
Tal y como informa Sanitas, este nuevo circuito de alta resolución ha sido testado durante los últimos meses para afinar todos estos procesos. Así, entre mayo y octubre del pasado 2021, se probó en 58 pacientes (57 mujeres y un hombre) con resultados muy positivos. "Hemos conseguido reducir la espera garantizando que el resultado clínico es igual de riguroso y preciso. En estos 58 pacientes iniciales un 62% tenían cáncer y un 38% no, lo que es consistente con la clínica que encontrábamos antes. Pero la clave es que pudimos decírselo en 24 horas e iniciar los tratamientos que correspondían en cada caso mucho más rápido", explica la especialista.
Marta Bravo Berrocal, una de las pacientes que se ha beneficiado ya de este nuevo circuito de alta resolución en el Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela, cuenta su experiencia: "En mi caso el diagnóstico determinó que no tenía cáncer de mama, pero agradezco mucho no haber pasado por días de desvelos y preocupaciones. En 24 horas tuve el resultado y fue una feliz noticia, pero no sé cómo habría podido vivir diez días con la incertidumbre de no tener la confirmación de si tenía o no cáncer".
"Con este circuito conseguimos que cada paciente se sienta acompañada y guiada en todo momento"
Respecto al procedimiento, desde el momento en el que un médico ve algo sospechoso en una mamografía, el centro activa este circuito de alta resolución para que la biopsia y el resto de pruebas de laboratorio se realicen de manera ordenada, rigurosa y ágil. Se trata de "un esfuerzo de equipo que nos ha puesto a prueba a nosotros y al hospital. Pero tenemos muy claro que vale la pena: nadie se merece vivir diez días de miedo. Por eso lo hemos convertido en nuestro nuevo modelo: todas las mujeres son candidatas, siempre que tengan un nódulo palpable o con sospecha de cáncer de mama", explica la Dra. Guirado.
El primer paso es la realización de la biopsia, que se cita a primera hora. En cuanto se ha extraído la muestra, se envía al Laboratorio de Anatomía Patológica del hospital que realiza el diagnóstico biológico. Mientras este proceso avanza, la paciente ya es citada para el día siguiente a última hora de la mañana o primera de la tarde con un ginecólogo de la Unidad de Mama del hospital. En esta cita, y ya con los resultados del laboratorio, el profesional explica a cada persona el resultado de las pruebas y, en caso de ser cáncer, las opciones terapéuticas para su caso concreto.
“Con este circuito conseguimos que cada paciente se sienta acompañada y guiada en todo momento y, en el caso de que sea viable un abordaje quirúrgico, reducir los tiempos de espera para agilizar el resto de las pruebas necesarias para la intervención, de modo que también podemos entrar en el quirófano en el menor tiempo posible. En este proceso se han eliminado desplazamientos de la paciente al hospital y visitas a consulta que no aportaban un valor añadido específico a la paciente”, concluye la Dra. Guirado