Este sábado 29 de octubre, se celebra el Día Mundial del Ictus, por lo que el jefe del Departamento de Neurología del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo, el doctor Rafael Arroyo, ha destacado que el ictus es la primera causa de muerte en la mujer y la segunda de la población en España.
Cada año, se producen más de 100.000 nuevos casos de ictus en nuestro país y según los datos de la Federación Española de Daño Cerebral Adquirido (FEDACE), más de 435.400 personas viven con daño cerebral adquirido, de los cuales un 80% provienen de un ictus. El complejo hospitalario Ruber Juan Bravo puso en macha hace más de cinco años la Unidad de Ictus que presta servicio urgente al Hospital Universitaro Quirónsalud Madrid, al Hodpital la Luz y al Hospital Quirónsalud Sur.
"La atención inmediata es esencial para mejorar el diagnóstico y reducir el riesgo de secuelas, por lo que aseguran una asistencia urgente las 24 horas", destaca el doctor Arroyo
Este sistema innovador de Teleictus facilita al neurólogo atender por teleconferencia al paciente en cualquiera de los hospitales en tiempo real. Una vez estabilizada la situación del paciente, se le traslada al Hospital Ruber Juan Bravo donde vigilarán su evolución y completarán el estudio ajustando el tratamiento adecuado para el paciente. "La atención inmediata es esencial para mejorar el diagnóstico y reducir el riesgo de secuelas, por lo que aseguran una asistencia urgente las 24 horas", destaca el doctor Arroyo.
El coordinador de la Unidad de Ictus de Quirónsalud Madrid, el doctor Jaime González-Valcárcel, ha destacado que se encuentran habilitando un nuevo espacio dedicado a los pacientes con ictus para realizar un seguimiento en la fase agua del ictus. Este servicio dispone de cuatro camas de monitorización, un neurólogo, un especialista en medicina intensiva, una enfermera, cuatro monitores para realizar la monitorización cardiaca y un equipo de guardia de neuroradiólogos intervencionistas que garanticen el acceso a tratamientos las 24 horas del día.
Esta es una unidad totalmente especializada, en la que realizan una vigilancia clínica estrecha y con monitorización cardíaca y de constantes que ha resultado ser un tratamiento efectivo en el manejo de los pacientes en la fase aguda del ictus. Este tratamiento ha logrado mejorar el pronóstico a largo plazo de los pacientes, disminuyendo el riesgo de complicaciones y pudiendo aplicar a la mayoría de los pacientes con ictus.
Desde su creación, la unidad ha recibido cerca de 300 pacientes anuales, con una estancia media en la Unidad de dos días, mientras que la hospitalización dura cerca de cinco días, en la que aseguran un seguimiento de los pacientes una vez que han sido dados de alta. La asistencia de esta unidad ha logrado que un 76% de los pacientes sean independientes a los tres meses de haber sufrido un ictus, mientras que la tasa de mortalidad se sitúa por debajo de un 7%.