Minutos después de que el reloj anunciase la llegada del mediodía del 4 de enero, la madrileña calle O'Donnell se colmaba de magia. A la altura del número 48, una comitiva de la Federación Profesional del Taxi de Madrid estacionaba sus vehículos, adornados con globos y repletos de regalos en sus bacas.
A ritmo de villancicos populares, se apeaban de los automóviles Melchor, Gaspar y Baltasar, los Reyes Magos de Oriente. Acompañados por sus inseparables pajes, sus majestades han tenido a bien visitar, con dos días de antelación, las dependencias del Hospital Materno Infantil Gregorio Marañón, donde se encuentran ingresados 55 niños en el ámbito de Pediatría y cerca de 20 pequeños en el área de Salud Mental.
Con motivo de la pandemia de la COVID-19, el encuentro entre los pacientes pediátricos y los Reyes Magos ha tenido que adaptarse para respetar todas las medidas de seguridadfrente alSARS-CoV-2. "Todos los años recibimos a sus majestades en el hall de Pediatría, lugar en el que habilitamos unos tronos para que los niños puedan acercarse y sentarse en sus rodillas", explica a ConSalud.es la presidenta del Comité de Humanización del centro, Nuria Mira Carballo.
Esta Navidad, sin embargo, "no es viable". En declaraciones a este diario, la también jefa de Enfermería del Materno Infantil precisa cómo ha sido la visita: "Cuando los Reyes Magos han llegado a la entrada del hospital, hemos aproximado a los niños ingresados a los lucernarios de vidrio del edificio".
"Guardando la distancia de seguridad, con mascarilla y acompañados del personal sanitario, se han dispuesto a lo largo de los ventanales para ver a los Reyes Magos de Oriente, situados unos metros más abajo, a pie de calle", apunta la enfermera pediátrica, quien manifiesta que, a pesar de la crisis sanitaria, "sus majestades no podían faltar a su cita".
EL 6 DE ENERO, UN AMANECER MÁGICO
Todos los obsequios que han llegado este lunes al Gregorio Marañón permanecerán dos días en depósito, previa desinfección de los productos. "La noche del día 5 retomaremos una tradición que teníamos en el hospital: el personal de Enfermería pedirá a los niños que pongan sus zapatitos en las puertas de sus habitaciones y nuestros profesionales, mientras los pequeños duermen, procederán a dejarles el regalo que les han traído los Reyes Magos", anuncia Nuria Mira.
"Todos los niños ingresados en el Hospital Materno Infantil reciben, cada mañana del 6 de enero, un regalo de los Reyes Magos". Este año, continúa, "nosotros vamos a ser las manos que van a llevar esos presentes a los pacientes pediátricos".
Tal y como subraya la presidenta del Comité de Humanización, son instantes en los que "la magia se da en el hospital". "Ahora, con el uso de mascarillas, son los ojos los que sonríen. Y eso es lo más bonito que podemos tener: las sonrisas de los niños y de sus padres", concluye.