El Hospital Universitario Rey Juan Carlos, integrado en la red pública madrileña, se ha convertido en el único centro de España que realiza la implantación de esfínteres urinarios femeninos artificiales mediante cirugía robótica, sumando ya 14 intervenciones de este tipo y convirtiendo a su Servicio de Urología en pionero en esta área a nivel nacional.
El esfínter urinario artificial es un dispositivo hidráulico de tres componentes -manguito, bomba de activación y reservorio-, creado para tratar la incontinencia urinaria de esfuerzo de ciertos pacientes. “Este mecanismo nos permite suplir la función de dicho músculo de forma fisiológica, ya que cierra la uretra cuando la vejiga se está llenando de orina, y la paciente puede activar el dispositivo para que se abra cuando desea miccionar”, explica el doctor Miguel Sánchez Encinas, jefe del Servicio de Urología del hospital mostoleño, quien precisa que el papel de la cirugía robótica es contribuir a implantar este mecanismo artificial de forma mínimamente invasiva y con mayor precisión que con la cirugía abierta.
"Este mecanismo nos permite suplir la función de dicho músculo de forma fisiológica, ya que cierra la uretra cuando la vejiga se está llenando de orina, y la paciente puede activar el dispositivo para que se abra cuando desea miccionar"
Para la colocación del esfínter femenino robótico, es preciso el uso de dos tipos de tecnologías. Por un lado, se encuentra el propio dispositivo, “compuesto por un manguito, colocado alrededor del cuello de la vejiga que permite el cierre y apertura del mismo para conseguir la continencia y evacuación vesical; la bomba de activación incorporada al labio mayor, que permite orinar a la paciente al pulsarla; y un reservorio a nivel pélvico, que contiene el líquido necesario para la apertura y cierre del manguito”, asegura el especialista. Por otro lado, es completamente necesaria la tecnología de cirugía robótica puesto que, gracias a su alta precisión quirúrgica y con la visión en tres dimensiones que aporta, se reduce mucho el porcentaje de complicaciones durante el procedimiento de inserción de este mecanismo.
DOBLE TECNOLOGÍA PUNTERA, FACTOR CLAVE DEL ÉXITO
Este procedimiento, que se lleva a cabo desde septiembre de 2018, ha sido realizado a mujeres condicionadas por una disfunción del esfínter debido a enfermedades neurológicas o con incontinencia urinaria de esfuerzo. “El objetivo de la cirugía es conseguir que pacientes con este tipo de afecciones puedan disfrutar de nuevo de una vida normal, sin limitaciones en sus actividades físicas, laborales o en sus relaciones sociales”, señala por su parte el doctor David Carracedo Calvo, especialista del Servicio de Urología del hospital, e incide en que la paciente no debe olvidar que “cuando desee vaciar su vejiga, tiene que activar la bomba del esfínter, mediante una presión suave para permitir la apertura del dispositivo”.
“El objetivo de la cirugía es conseguir que pacientes con este tipo de afecciones puedan disfrutar de nuevo de una vida normal, sin limitaciones en sus actividades físicas, laborales o en sus relaciones sociales”
Este tipo de cirugía ha sido todo un éxito, ya que “el 90 por ciento de las pacientes se encuentra completamente continente, sin necesidad de utilizar ningún tipo de absorbentes, y el 10 por ciento restante presenta una importante mejoría de su incontinencia”, confirma el urólogo. La combinación de la implantación del esfínter artificial, como tratamiento más fisiológico para la incontinencia urinaria, y el uso de la cirugía robótica, que presenta menos riesgo de infección y de extrusión, menor dolor y una rápida recuperación, son los dos factores que explican los resultados tan satisfactorios.
Actualmente, el Hospital Universitario Rey Juan Carlos ofrece en su cartera de servicios esta técnica de cirugía robótica, que se emplea para el implante del esfínter urinario artificial, tras un diagnóstico y tratamiento integral e individualizado de las pacientes con incontinencia urinaria, tanto simple como compleja. En este sentido, el Dr. Carracedo apunta que “en pacientes con incontinencia compleja, se estudia la causa de su incontinencia mediante las técnicas más avanzadas, tales como la vídeourodinamia o ecografía de suelo pélvico”. Asimismo, una vez incorporado el dispositivo, el equipo del Servicio de Urología del hospital mostoleño realiza un entrenamiento a la paciente sobre el manejo del esfínter artificial y le acompaña a lo largo del seguimiento postquirúrgico.