La consejera de Sanidad madrileña, Fátima Matute, se ha referido este martes a la relación de colaboración público-privada en el ámbito sanitario que la Comunidad de Madrid mantiene con diferentes empresas concertadas, asegurando que se enmarca “dentro del marco normativo público en el que no se ha pagado “nada que no esté fiscalizado”. En este sentido, ha defendido que se trata de un "modelo garantista y transparente", dentro de un marco jurídico "bien establecido" y en el que todos los hospitales que dan servicio a los madrileños "están bajo titularidad pública".
Matute ha puesto especial énfasis en aclarar que esta fiscalización de la actividad en los centros -también los concertados de titularidad pública- se realiza "euro a euro" para no pagar "nada más allá de los procesos asistenciales efectivamente realizados". En concreto, el control llevado a cabo sobre los servicios sanitarios que se prestan en cualquier hospital de titularidad pública pasan por un "férreo y riguroso" proceso que arranca con tres diferentes auditorías (aseguramiento, datos y actividad); un proceso de alegaciones; la fiscalización por parte de la Comunidad de Madrid; y, posteriormente, la fiscalización por parte de la Cámara de Cuentas, "que analiza con especial atención las cuentas anuales del Servicio Madrileño de Salud con sus diferentes convenios de colaboración", explica.
"Es un modelo de colaboración contractual con garantías jurídicas, transparente y con titularidad de servicio público, está plenamente auditado y fiscalizado por la Cámara de Cuentas"
En esta línea, la responsable sanitaria ha remarcado que todos estos convenios de colaboración con la sanidad privada en los hospitales se encuentran "siempre bajo la titularidad pública" y han permitido sustentar un "modelo de éxito" en la atención a los pacientes madrileños. "No existe ningún punto de subjetividad con respecto a todas las empresas con los que trabajamos. En concreto, respecto al Grupo Quirón, puedo decir que es un modelo de colaboración contractual con garantías jurídicas, transparente y con titularidad de servicio público, está plenamente auditado y fiscalizado por la Cámara de Cuentas, y pagamos sólo por la actividad que haya hecho de manera efectiva para dar un servicio de excelencia a los madrileños", concluía Matute.
MODELO DE COLABORACIÓN
La Comunidad de Madrid defiende un modelo de colaboración público-privada con el fin de ampliar recursos y mejorar su rendimiento, con un "alto nivel de satisfacción por parte de los usuarios", tal y como apuntan las encuestas de satisfacción trasladadas desde la Consejería de Sanidad. En concreto, la región dispone de la red más potente de todo el Sistema Nacional de Salud, con 35 hospitales, 6 de ellos entre los 10 mejores de España. Paralelamente con los hospitales públicos tradicionales de de gestión directa del Sermas (La Paz, 12 de Octubre, Gregorio Marañón, Ramón y Cajal, Clínico San Carlos, La Princesa, Severo Ochoa, Príncipe de Asturías, Móstoles, Alcorcón, Fuenlabrada, El Escorial o Niño Jesús), conviven los centros de concesión público-privada.
De esta manera, existen dos diferentes tipos de concesión: la que se limita a la construcción y mantenimiento del hospital, así como la prestación de servicios no sanitarios (Infanta Sofía de San Sebastián de los Reyes, Infanta Leonor, Infanta Cristina de Parla, Henares, Tajo, Sureste y Puerta de Hierro Majadahonda) y la que incluye también la asistencia sanitaria por cuenta de la empresa concesionaria, a través de una cápita anual abonada en función dela población de referencia de cada centro (hospitales de Torrejón de Ardoz, Rey Juan Carlos en Móstoles, Infanta Elena en Valdemoro y Villalba). Además, hay dos hospitales concertados desde 2006, el Gómez Ulla, propiedad del Ministerio de Defensa y la Fundación Jiménez Díaz. Con todo, de los 35 hospitales públicos, sólo cuatro son de gestión indirecta (Torrejón de Ardoz, Móstoles, Valdemoro y Villalba).
Esta colaboración público- privada madrileña ha permitido en menos de una década (2006-2012) contar con 11 hospitales más en la red pública, por encima del aumento de cualquier otra CC.AA. en el mismo plazo
Esta colaboración público- privada madrileña ha permitido en menos de una década (2006-2012) contar con 11 hospitales más en la red pública, por encima del aumento de cualquier otra CC.AA. en el mismo plazo. Si bien, este modelo asistencial colaborativo entre el sector público y privado está extendido también en otras regiones como Cataluña, País Vasco o Castilla-La Mancha y emana de la Ley General de Sanidad aprobada en 1986, durante el Gobierno de Felipe González . Una línea de actuación, basada en la externalización de servicios, que se prolongó en todo el país con el traslado de las competencias sanitarias a las autonomías, así como en las propias actuaciones del Ejecutivo central durante todo este tiempo.
En esta línea, desde diferentes sectores se ha puesto sobre la mesa una supuesta privatización de la sanidad de la Comunidad de Madrid, así como la transparencia de conciertos con los grupos privados con los que colabora -algunos, como el Grupo Quirón, que también colaboran con el Gobierno central y Ejecutivos autonómicos y locales de todo color político- . En este sentido, desde fuentes de la Consejería remarcan que la titularidad pública es del 100% en los servicio de todos estos hospitales con modelo de colaboraciones. Más aún, insisten en que "no se ha producido ninguna privatización de la Sanidad", dado que el peso de los conciertos en materia de Sanidad en el presupuesto autonómicos del presente año "no ha aumentado respecto al anterior" y los contratos de concesión de los hospitales son "transparentes y garantistas".
FISCALIZACIÓN DE LOS SERVICIOS
La Consejería de Sanidad ha trasladado que "no ha realizado ningún pago" a ninguna de las empresas concesionarias de los hospitales que no haya pasado por "todos los exhaustivos filtros" que terminan fiscalizando los gastos de la Comunidad de Madrid a través de la Cámara de Cuentas. Asimismo, reflejan, en relación con "algunas opiniones interesadas" que han surgido en los últimos días, que cualquier relación contractual con el departamento de Sanidad se rige bajo "estrictos criterios jurídicos y objetivos", sin que pesen ningún tipo de "aspectos subjetivos".
Cualquier relación contractual con el departamento de Sanidad se rige bajo "estrictos criterios jurídicos y objetivos", sin que pesen ningún tipo de "aspectos subjetivos"
Asimismo, el hecho de que existan "discrepancias en las liquidaciones", fruto de la fiscalización por parte de la Administración regional, no quiere decir que haya "un descontento con la prestación del servicio". Por el contrario, "la Comunidad de Madrid está muy satisfecha con esta colaboración público-privada, que también avalan las encuestas de satisfacción de los hospitales de gestión indirecta", concluyen fuentes de la Consejería de Sanidad.