El descenso de la incidencia de la gripe por segunda semana consecuitiva en la Comunidad de Madrid, situandose en 81,3 casos por cada 100.000 habitantes, ha llevado a que el Gobierno regional se encuentre trabajando en tramitar ya la orden para que el uso de mascarilla pase a ser una recomendación en centros de salud y hospitales de la región. Una obligatoriedad, marcada desde el Ministerio de Sanidad, que quedó supeditada a que las CC.AA. alcanzases dos semanas continuadas de bajada en la incidencia, tal y como ha ocurrido.
De esta manera, la consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Fátima Matute, ha confirmado esa tendencia descendente en la incidencia de la gripe, hasta los 81,3 casos esta semana, frente a los 159 de la semana pasada y los 177 de la anterior. De este modo, la máxima responsable de la Sanidad madrileña ha confirmado que el Gobierno regional trabaja ya en la orden para que el uso de la mascarilla deje de ser obligatorio en centros de salud y hospitales y pase a ser una recomendación, al cumplir los criterios impuestos por el Ministerio de Sanidad.
La consejera ha recalcado que, pese a la orden del departamento de Mónica García, no había "un estado de emergencia ni tampoco de alerta para salud pública" para justificar esta medida
Por otra parte, la consejera ha recalcado que, pese a la orden del departamento de Mónica García, no había "un estado de emergencia ni tampoco de alerta para salud pública" para justificar esta medida, que ha calificado de "improvisada". "Seguimos con la conciencia en la Comunidad de Madrid de educar en la responsabilidad y, desde luego, no alarmar a la población porque esta epidemia de gripe ha sido incluso menor que otros años y, desde luego, no ha tenido ni más mortalidad ni mayor tasa de ingresos", ha defendido.
En esta línea, ha subrayado que el uso obligatorio de la mascarilla no ha influido en la disminución de la tasa de incidencia de la gripe en la región, que ya tenía esa tendencia antes de la medida. "Rogamos que se prevean las medidas oportunas para otras epidemias de gripe con el tiempo suficiente, sin improvisación, sin imponer y sin alarmar, dado que como se constata no estábamos en un estado de emergencia sanitaria ni de alerta para salud pública y así se lo dijimos a la ministra los consejeros de sanidad con esas tasas de incidencia que estaban bajando y que, como hemos demostrado, han seguido bajando hasta la fecha", ha concluido.