La Luz reconstruye la mandíbula con autotrasplante del hueso peroné a pacientes con ameloblastoma

El Hospital Universitario La Luz utiliza el hueso peroné con su arteria para reconstruir el tumor mediante una intervención lo menos invasiva posible

Especialistas del Hospital Universitario La Luz en una intervención de mandíbula con ameloblastoma. (Foto: Hospital Universitario La Luz)
17 octubre 2023 | 16:50 h
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Ameloblastoma es el término de un tumor poco frecuente que se desarrolla en la mandíbula a partir de células dentales. Esta enfermedad pertenece al grupo de los quistes y tumores odontogénicos y representa menos del 5% de los tumores orales. Además, rara vez se diseminan o se vuelven malignos, aunque pueden causar problemas locales, como fracturas,desplazamiento dental y daño en los nervios.

En los casos donde sí se dan complicaciones, especialistas del Hospital Universitario La Luz reconstruyen la mandíbula del paciente utilizando hueso del peroné. “Para ello utilizamos hueso del propio paciente, uno que, biomecánicamente, tiene que ser denso, cortical, porque la mandíbula es un hueso móvil, de los que más carga por centímetro cuadrado soportan del cuerpo durante la masticación”, explica el Dr. Néstor Montesdeoca, jefe asociado de Servicio de Cirugía Oral, Maxilofacial e Implantología de dicho hospital.

“A los dos meses están realizando una vida prácticamente normal tras la intervención en este tipo de quiste o tumores”

“Extraemos la parte central del peroné sin tocar ni la articulación del tobillo ni la de la rodilla, únicamente con una pequeña cicatriz lineal en la pierna, para que, el paciente, por ejemplo, pueda seguir practicando actividades deportivas”, asegura el doctor. “A los dos meses están realizando una vida prácticamente normal tras la intervención en este tipo de quiste o tumores. La ausencia del segmento central del peroné no les incapacita absolutamente para nada”, afirma.

El doctor José Luis Cebrián, jefe asociado de Servicio de Cirugía Oral, Maxilofacial e Implantología del centro hospitalario explica que la reconstrucción mandibular se desarrolla de forma mínimamente invasiva. “Tienes que hacerlo de forma mínimamente invasiva, es decir, la sutura de los vasos del peroné a una arteria y vena del cuello se realiza accediendo a través de una pequeña incisión cervical que coincida con una arruga. En ocasiones la vascularización del peroné la realizamos mediante la sutura a vasos intraorales. Además, al no ser un tumor maligno, aunque sí agresivo, se intenta preservar, en la medida de lo posible, los nervios sensitivos y motores que están alrededor de la mandíbula”, subraya.

“El peroné se va uniendo al remanente que queda de la parte delantera y posterior de la mandíbula, creándose una neomandíbula que unos meses más tarde puede ser rehabilitada con implantes dentales, restituyendo totalmente la funcionalidad del paciente”

Tras la introducción del peroné en la mandíbula, se fusiona con el hueso creando una neomandíbula que puede ser rehabilitada con implantes dentales para restaurar la funcionalidad del paciente. “El peroné se va uniendo al remanente que queda de la parte delantera y posterior de la mandíbula, creándose una neomandíbula que unos meses más tarde puede ser rehabilitada con implantes dentales, restituyendo totalmente la funcionalidad del paciente”, indica el Dr. Cebrián.

Los cirujanos establecen una planificación guiada donde se establece la cantidad de peroné necesario, su ubicación y su fijación mediante cirugía virtual o planificación guiada. “Previamente, tenemos planificado en el ordenador la resección exacta del tumor, nos hemos movido por dentro del peroné buscando dónde está la mejor perforante y la mejor anatomía para adaptarse al segmento de mandíbula que nos va a faltar. Para ello realizamos guías de corte del peroné y la mandíbula y guías de posicionamiento para cada caso”, explica el Dr. Montesdeoca.

“Hay un equipo quirúrgico extirpador, que quita el tumor con márgenes, y otro reconstructor, que levanta el colgajo peroneo"

Durante la operación, dos equipos de especialistas trabajan en conjunto para extirpar el tumor y reconstruir la mandíbula, minimizando el tiempo en el quirófano. “Hay un equipo quirúrgico extirpador, que quita el tumor con márgenes, y otro reconstructor, que levanta el colgajo peroneo. Lo importante es que las anastomosis no den problemas de trombosis”, resalta el Dr. José Luis Cebrián.

Además, los cortes en el peroné deben ser muy precisos y delicados, puede ser recto o quizás haya que angularlo, “haciendo varias osteotomías para adaptar el peroné, que es un hueso largo, a la forma de la mandíbula”, indica el Dr. Montesdeoca, quien subraya que esto se consigue empleando material de osteosíntesis diseñado a medida de cada caso, que encajará a la perfección, en la reconstrucción”.

UNA TASA DE ÉXITO DEL 90%

El proceso de recuperación implica un seguimiento estricto para garantizar que la arteria y la vena no presenten problemas de trombosis o sangrado durante las primeras 72 horas. “Si, a la semana, todo funciona bien y no hay rechazo, es raro que surja alguna complicación. Normalmente, a las cuatro semanas, el hueso del peroné habrá consolidado en la mandíbula, resultando una sola pieza”, afirma el Dr. Montesdeoca, que pone de relieve la tasa de éxito es “muy alta, generalmente en torno al 90%”.

El paciente experimentará hinchazón facial durante semanas, una de las razones que invita a hacer un procedimiento intraoral, es decir, extirpar el tumor por dentro de la boca. Según los doctores, la persona permanecerá ingresada entrecinco y siete días y después, deberá seguir una dieta especial, de productos líquidos hasta pasar a sólidos progresivamente. Pasadas cuatro semanas podrá recuperar su dieta normal acompañada de una buena higiene bucal.

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