La vigilancia epidemiológica es vital para mejorar la respuesta de los sistemas sanitarios ante una posible crisis sanitaria, pues permite además llevar a cabo una acutación temprana en el caso de que esta sea necesaria. Es por ello que el laboratorio Regional de Salud Pública, del Hospital madrileño Enfermera Isabel Zendal, ha triplicado el número de muestras de microbiología clínica analizadas.
Esto, además, ha sido posible gracias al empleo de técnicas avanzadas de genotipado molecular, tal y como se ha informado desde el laboratorio. En palabras de Fátima Matute, consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, “la tecnología del laboratorio permite identificar con precisión al microorganismo a nivel cepa, como por ejemplo el de la de la viruela del mono (Mpox), analizar los genes de virulencia, o la resistencia antimicrobiana".
Como ha explicado la consejera, después de realizar estas pruebas de identificación de los microorganismo, "se genera un perfil filogenético, que proporciona información más precisa de las cadenas de transmisión para la toma de decisiones”.
"Se genera un perfil filogenético, que proporciona información más precisa de las cadenas de transmisión para la toma de decisiones”
Estas han sido sus palabras durante la visita de este viernes al centro ubicado en el Hospital Zendal, y tras la que también ha destacado que se ha pasado de examinar 3.057 pruebas en las antiguas instalaciones durante el primer semestre de 2019, a 9.951 en el mismo periodo de 2024, sin contar con las Encuestas de Vigilancia Epidemiológica y otros estudios a petición de la Dirección General de Salud Pública.
No en vano, el Hospital Enfermera Isabel Zendal cuenta para ello con equipos de genómica predictiva, que permiten asociar el perfil genético al desarrollo de enfermedades de interés en salud pública, disponibles para las tres áreas que la conforman: la Unidad de Microbiología de Aguas y Alimentos, la de Química y la mencionada de Microbiología Clínica, dotada además con un laboratorio de bioseguridad.
Esta última actúa como laboratorio de referencia para el diagnóstico de casos sospechosos de enfermedades como el sarampión, la rubéola y el síndrome de la rubéola congénita, en el marco del Plan de Eliminación de estas patologías del Ejecutivo autonómico. Además, desempeña funciones diagnósticas para el control y confirmación de brotes epidémicos de otras Enfermedades de Declaración Obligatoria y que son prevenibles por vacunación, como la parotiditis y tosferina.
El Hospital Enfermera Isabel Zendal cuenta para ello con equipos de genómica predictiva
"Igualmente es espacio de referencia en el serotipado y monitorización de la Enfermedad Neumocócica Invasora, siendo competente a la hora de confirmar procesos de gastroenteritis víricas o infecciones alimentarias que se pueden producir en ámbitos tan sensibles como residencias o centros sociosanitarios", se ha explicado. Al mismo tiempo, "es competente en las determinaciones serológicas de las Encuestas de Serovigilancia que se elaboran manera periódica en la región y están integradas en los programas de detección, seguimiento y control de microorganismos multirresistentes".
Por su parte, la Unidad de Microbiología de Aguas y Alimentos se encarga de realizar los análisis oficiales de aguas de consumo procedentes de la red de abastecimiento de la región, así como el agua caliente sanitaria de zonas de baño, piscinas, instalaciones hidrotermales y parques acuáticos, entre otros. Es responsable de examinar muestras de las torres de refrigeración para determinar la presencia de Legionella spp, y estudia en los alimentos la presencia y recuento de microorganismos patógenos y sus toxinas tanto de brotes como de los programas de control oficial, así como la detección de parásitos zoonóticos.
Finalmente, en la Unidad Química se determina la presencia de diversos compuestos químicos presentes en el agua y la alimentación, e investiga los residuos de medicamentos veterinarios en productos de origen animal, de plaguicidas y contaminantes, o de aditivos alimentarios.