Con motivo del Día Mundial de la Tuberculosis, que se celebra bajo el lema "Sí podemos poner fin a la tuberculosis", la Comunidad de Madrid recuerda que la incidencia de esta enfermedad en la región se mantiene en mínimos históricos. Ha sufrido una disminución del 20% desde 2019. La baja incidencia se debe a las medidas de control del Covid-19 que se aplicaron en la Comunidad, tales como la disminución de las interacciones sociales y el uso de la mascarilla.
La tuberculosis es causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis, que se transmite de persona a persona por el aire, a través de tos o estornudos, y afecta mayoritariamente a los pulmones. Se trata de una enfermedad que se cura en el 95% de los casos y su tratamiento se fundamenta en un diagnóstico precoz, seguimiento hasta que el paciente está curado y estudio de los familiares y contactos estrechos del enfermo. Esto es fundamental pues, si el tratamiento no se cumple estrictamente, el paciente puede llegar a desarrollar tuberculosis resistente a los fármacos, complicando la enfermedad y dificultando su curación.
Además, la situación de riesgo asociada a esta enfermedad y que se detecta con más frecuencia es el tabaquismo, seguido de padecer patología inmunodepresora, diabetes y el alcoholismo.
La detección precoz y el seguimiento son fundamentales pues, si el tratamiento no se cumple estrictamente, el paciente puede llegar a desarrollar tuberculosis resistente a los fármacos
Para evitar la propagación de esta enfermedad, la Comunidad de Madrid realiza habitualmente el estudio de contactos de enfermos en colectivos escolares, laborales y otros. En caso de que los pacientes, por su situación social, presenten dificultades y altas posibilidades de abandonar la toma diaria de los fármacos, la Dirección General de Salud Pública del Gobierno madrileño dispone de sistemas para garantizar la toma de medicamentos, mediante el Tratamiento Directamente Observado (TDO). Este sistema consiste en vigilar al enfermo a la hora de la ingesta de su medicamento para garantizar que se ha producido, facilitar la curación y minimizar la transmisión de la enfermedad.
Para que se ponga en marcha el sistema TDO, los profesionales de los centros de Atención Primaria del Servicio Madrileño de Salud deben indicarlo. Además, la Dirección General de Salud Pública, mediante un convenio de colaboración con la Cruz Roja, cuenta con una Red Unidades Móviles para el TDO que supervisan la medicación indicada acudiendo al propio domicilio del paciente o a otro lugar pactado con él.
Sin embargo, de los casos registrados, casi la totalidad inician el tratamiento en el hospital y un 73,5% son ingresados. El seguimiento de la enfermedad se realiza también en hospitales como norma general, y se prolonga un mínimo de seis meses.
La tasa regional se sitúa en 6,8 casos de esta enfermedad por cada 100.000 habitantes con los últimos datos oficiales correspondientes a 2021, lo que supone hasta tres puntos por debajo de la que se registraba en 2019. Del total de casos de tuberculosis registrados, el 60% corresponde a personas nacidas en el extranjero, y su incidencia quintuplica la de la población autóctona.