El Hospital Universitario General de Villalba ha organizado un taller para promover la prevención y el tratamiento eficaz de las cistitis recurrentes de la mano del Dr. José Emilio Hernández, jefe del Servicio de Urología. El cual asegura que, al menos una vez en la vida, cada mujer va a tener una infección por cistitis y, probablemente, una de cada tres de esas veces tendrá un nuevo episodio tras la infección inicial.
Durante la jornada se puso de manifiesto el impacto que tienen las infecciones urinarias en la calidad de vida y en el ámbito económico, ya que los pacientes tienen que acudir a consultas, Urgencias o las hospitalizaciones que pueden generar bajas laborales.
“Es recomendable orinar tras las relaciones sexuales, evitar la ropa interior ajustada, así como la higiene intensiva del área genital"
“La cistitis es una infección urinaria que afecta a la vejiga frecuentemente a las mujeres, y que implica el crecimiento significativo de bacterias en el tracto urinario, generando una respuesta inflamatoria y, por tanto, síntomas molestos”, explicó el especialista.
Uno de los puntos en los que se detuvo el jefe de Urología fue en la existencia de una predisposición genética ya que, si un familiar de la paciente tiene infecciones o cistitis recurrentes las probabilidades aumentan.
SÍNTOMAS Y ABORDAJE
En cuanto a los síntomas que pueden preceder la infección, el especialista apunta al dolor en la parte baja del abdomen relacionado con la vejiga, el llenado o escozor aclarando que “la presencia de estos síntomas no siempre se debe a una infección urinaria y que hasta el 30-40% de las mujeres en estas circunstancias tiene urocultivos”.
“En las mujeres jóvenes parece tener una clara asociación con las relaciones sexuales o con la menstruación, mientras en torno a los 50 años está más relacionado con el declinar hormonal de los estrógenos"
Como principales soluciones el urólogo recomienda la ingesta de líquidos, evitar sustancias irritantes como el café, el té, el alcohol, los picantes y el tabaco y, en caso necesario, tomar un analgésico o un antiinflamatorio. En el caso de no ser suficiente, ya pasaría a ser necesario un cultivo de orina y, solo si se confirma el crecimiento de gérmenes en él, “tendríamos que plantearnos la posibilidad de hacer un tratamiento antibiótico”.
“En las mujeres jóvenes parece tener una clara asociación con las relaciones sexuales o con la menstruación, mientras en torno a los 50 años está más relacionado con el declinar hormonal de los estrógenos; por ello estas pacientes se benefician significativamente reduciendo los episodios de infecciones con la administración tópica de estrógenos que producen cierto rejuvenecimiento genital”, aclaró el Dr. Hernández.
Para concluir y a modo de resumen, lo esencial sería seguir una serie de pautas y hábitos de higiene junto con la adecuada ingesta de líquidos y vaciado frecuente vesical. “Es recomendable orinar tras las relaciones sexuales, evitar la ropa interior ajustada, así como la higiene intensiva del área genital, que puede alterar los mecanismos de defensa naturales”, finalizó el jefe del Servicio de Urología del Hospital Universitario General de Villalba.