La disfagia es un problema que aparece principalemtne en pacientes en edad avanzada o con algunas enfermedades neurológicas o degenerativas. El Dr. Luis Eduardo Cubillos del Toro, especialista del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario General de Villalba, integrado en la red pública madrileña, indica que, aunque está muy infradiagnosticada, la disfagia es sufrida por una gran parte de la población y afecta especialmente a las personas ancianas. Consiste en dificultad para tragar alimentos, sensación de atascamiento en la garganta o en el pecho, dolor, tos, arcadas.... y si no se atiende puede producir enfermedades graves como la neumonía o la desnutrición.
Ante ello, la detección precoz es esencial para evitar que derive en una enferemdad grave. Para su diagnostico hay que tener en cuenta que la dificultad de ingerir se inicia con signos muy leves. “La disfagia suele dar pequeños síntomas como tos en las comidas o justo después de ingerir, atragantamientos con líquidos -los que más fácilmente producen problemas-, demora inusual para terminar los alimentos y, en ocasiones, signos de desnutrición”.
En la unidad de Otorrinolaringología del Hospital General de Villalba los expertos cuentan con una consulta específica de disfagia. En ella los sanitarios se encargan de tratar aquellas patologías producidas por alteraciones a nivel de los órganos de la masticación y deglución en la zona alta del aparato respiratorio (boca, lengua, faringe o laringe), así como especialistas en Medicina Digestiva para los casos ocasionados desde el esófago. Con un estudio elaboran un tratamiento dirigido y personalizado para cada paciente.
Para los casos de mayor complejidad, dudoso o pediátricos, continua, “contamos con la videofluoroscopia de la deglución que, mediante un estudio radiológico dinámico, nos permite una valoración más completa de la deglución”
“El estudio de la disfagia se puede realizar ya en la primera consulta mediante un examen instrumental anatómico y funcional que conseguimos mediante la videoendoscopia de la deglución, con la cual obtenemos una gran información acerca de la seguridad y la eficacia de la deglución de los pacientes”, explica el otorrinolaringólogo. Para los casos de mayor complejidad, dudoso o pediátricos, continua, “contamos con la videofluoroscopia de la deglución que, mediante un estudio radiológico dinámico, nos permite una valoración más completa de la deglución”.
En la mayoría de los casos, la disfagia es detectada a tiempo y basta con realizar una pequeña modificación en la dieta. "Hay que ver qué alimentos causan más atragantamientos para que el paciente los evite. En ocasiones,se prescriben espesantes para los líquidos como el agua, puesto que pueden aspirarse más fácilmente hacia la tráquea”, señala el Dr. Cubillos. Así están prohibidos alimentos como los frutos secos, las sopas o las frutas con mucha agua.
“Si la disfagia está muy desarrollada por no haberse detectado a tiempo, el hospital cuenta con dos servicios imprescindibles en su abordaje: Endocrinología y Nutrición, que puede realizar una intervención nutricional, y Rehabilitación, con médicos y logopedas, para un reentrenamiento de la deglución”, concluye.