El aumento generalizado de la esperanza de vida de la población, la mejora en el tratamiento de entidades cardiológicas como el infarto agudo de miocardio y el avance en el propio abordaje de la insuficiencia cardiaca han contribuido a que el número de pacientes con esta patología haya aumentado en los últimos años.
Este incremento en la prevalencia de la insuficiencia cardiaca constituye, entre otras cosas, un importante problema de salud, ya que la descompensación cardiaca de estos pacientes es una de las causas más frecuentes de consulta en el servicio de Urgencias, así como de ingreso en el hospital, representando, además, un alto porcentaje del coste sanitario.
A la luz de este escenario, el Hospital Universitario Rey Juan Carlos, perteneciente a la red pública madrileña, trabaja desde hace varios años en la creación de una “Unidad de Insuficiencia Cardiaca multidisciplinar y especializada, donde tanto facultativos como Enfermería, con el apoyo de una ruta asistencial predefinida y consensuada, ofrezcan una atención integral y continuada de estos pacientes”, afirma la doctora Elvira Barrios Garrido-Lestache, especialista del Servicio de Cardiología del hospital mostoleño.
El Hospital Rey Juan Carlos pone en marcha un Hospital de Día de Insuficiencia Cardiaca
Uno de los pilares fundamentales de esta unidad es la reciente creación de un Hospital de Día de Insuficiencia Cardiaca. Tal y como explica la cardióloga, este servicio “ofrece la posibilidad de administrar al paciente tratamientos hospitalarios en régimen ambulatorio, favoreciendo su autonomía y calidad de vida, y disminuyendo las complicaciones asociadas al ingreso hospitalario”.
Entre los protocolos y actuaciones del Hospital de Día de la Unidad de Insuficiencia Cardiaca del Hospital Universitario Rey Juan Carlos, la doctora Barrios Garrido-Lestache destaca el seguimiento precoz y estrecho del paciente tras el alta y la promoción de la información y educación sanitaria.
Asimismo, este nuevo dispositivo prioriza también “la optimización del tratamiento vasoactivo, el manejo ambulante de la descompensación hidrópica hipervolémica leve-moderada, la corrección del déficit de hierro o la terapia intermitente y repetida con inotrópicos, entre otros objetivos”, concluye.