La Comunidad de Madrid utilizará una tecnología innovadora que permite evaluar la función cardiaca de forma rápida, precisa, reproducible y no invasiva para prevenir enfermedades en este campo. En este sentido, el Hospital público Universitario Ramón y Cajal es el primer centro público de España en utilizar esta técnica en su Servicio de Radiología y uno de los primeros en Europa.
Enrique Ruiz Escudero, consejero de Sanidad ha acudido hoy a la presentación de esta solución informática, denominada MyoStrain, y que se caracteriza por analizar imágenes de una secuencia específica de resonancia magnética (fast-SENC) que se adquiere en 12 latidos y dura en torno a 10-15 minutos, frente a los 45 de duración de una cardiaca habitual.
El Hospital público Universitario Ramón y Cajal es el primer centro público de España en utilizar esta técnica
Además, es capaz de detectar, localizar y cuantificar de forma precoz la disfunción miocárdica antes de que aparezcan los síntomas, lo que permite adelantarse a la enfermedad y tratar a los pacientes de forma temprana y personalizada, evitando así posibles complicaciones y mejorando su calidad de vida.
Es de gran utilidad puesto que algunas enfermedades cardiacas progresivas muchas veces son asintomáticas y pueden pasar desapercibidas en las pruebas convencionales de diagnóstico. De ahí la novedad de esta tecnología, que puede detectar precozmente el daño cardiaco y cambiar la estrategia terapéutica.
El Hospital público Universitario Ramón y Cajal empleará esta tecnología a través de un proyecto que estudiará la función miocárdica de cerca de mil personas que están en seguimiento.
Los usuarios beneficiarios de este software serán los de los servicios de Cardiología de Adultos y Cardiología Infantil, así como otros que presentan insuficiencia cardiaca con fracción de eyección preservada a cargo del Servicio de Medicina Interna.
Este estudio se realizará también a pacientes con trasplante de médula ósea y con enfermedades infecciosas como VIH y COVID persistente. Además, siguiendo las recomendaciones de las guías europeas sobre cardiotoxicidad, se les realizará esta secuencia a supervivientes de cáncer de mama y enfermos con cáncer de pulmón que van a recibir inmunoterapia.