El Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Príncipe de Asturias ha puesto en marcha un nuevo Programa de Tratamiento Intensivo Ambulatorio con el objetivo de reforzar la atención y el cuidado que prestan a los pacientes en las etapas de infancia, adolescencia y juventud, colectivos que se han visto especialmente afectados, en la salud mental, por el confinamiento.
En el equipo que forma este programa se encuentran dos psicólogas clínicas, dos psiquiatras y un enfermero especialista en salud mental. Esta incorporación responde a la necesidad de reducir la lista de espera para primera consulta y proporcionar una atención ambulatoria multidisciplinar de calidad. El abordaje incluye tratamientos individuales, familiares y grupales, coordinación con el equipo multidisciplinar de la red de salud mental y coordinación con todos los recursos comunitarios (educativos, de apoyo, etc).
13% de los adolescentes de 10 a 19 años padecen un trastorno mental y en el 40% de los casos se trata de ansiedad o depresión
La iniciativa forma parte del Plan de Salud Mental y Adicciones 2022-2024 que trata de mejorar la prevención y el diagnóstico precoz en jóvenes para afrontar los efectos de la salud mental provocados estos últimos años por la pandemia de la Covid-19. UNICEF calcula en un informe que más del 13% de los adolescentes de 10 a 19 años padecen un trastorno mental, representados en un 40% de las ocasiones por la ansiedad o la depresión.
Desde el Hospital Príncipe de Asturias han querido resaltar la necesidad de prestar atención a las primeras etapas de la vida, controlando eventos traumáticos como el bullying o los abusos sexuales. Además de fomentar el pensamiento, cada vez es más común, de la importancia de cuidar la salud mental de la sociedad.
En esta línea, recuerdan la adhesión del Área de Gestión Clínica y Psiquiatría y Salud Mental del hospital en 2017 al Manifiesto de Cartagena. Desarrollado por la Asociación Española de neuropsiquiatría junto con asociaciones de usuarios, se comprometían a trabajar por la eliminación de prácticas como las sujeciones mecánicas y las condiciones que las sostienen.